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A menos de 11 meses de las próximas elecciones, el INE anunció el presupuesto estimado para repartir a los partidos políticos que asciende a 6  mil 788 millones de pesos, equivalente al 17% del presupuesto de este año de la UNAM (40,929 millones), al 44% del presupuesto del IPN (15,554 millones) y al 104% del presupuesto de la UAM (6,554 millones). Con este dato referencial, se puede dimensionar la cantidad de recursos que se estarán destinando a las campañas del próximo año. ¿Cuántos lugares para educación media y superior se podrían abrir para nuestros jóvenes con la mitad de ese recurso o cuántas becas con el famoso “diezmo”

Vaya que es un  tema debatible y entrar a la pertinencia o a la virtud del financiamiento público de los partidos políticos en México nos llevaría irremediablemente a un callejón sin salida, “financiamiento limpio y sano de campañas” vs “credibilidad y confianza en los partidos”. En cualquier caso, un tema nos arrincona en cómo garantizar que no haya dinero sucio dentro de los partidos y en cómo asegurar una “competencia pareja” entre fuerzas políticas con capacidades diferentes sustancialmente.

En este sentido, lo que está en juego para el próximo año son las más de 3,500 posiciones o cargos que estarán renovándose en 2018. Este es un breve recuento de lo que se estarán jugando los partidos políticos: 2,215 ayuntamientos (incluidas las 16 Alcaldías de la capital mexicana); 9 gubernaturas (Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán), 984 diputaciones en los Congresos Locales, 500 curules en la H. Cámara de Diputados y 128 asientos en el Senado de la República, junto con la joya de la corona, la elección presidencial.

Nos es un asunto menor que los partidos políticos estén muy ocupados, más que preocupados, respecto a la selección de sus precandidatos y candidatos; a cualquier operación cicatriz de este proceso; y, a la suma de todos los votos posibles en cualquier escenario factible, sea con alianzas o sin alianzas, con la suma de viejos aliados o el encuentro de nuevos aliados.

Las elecciones del próximo año serán las más competidas del México contemporáneo. Las posiciones políticas cuentan, pero los votos más, porque es en virtud de estos últimos que se estarán asignando los montos del financiamiento público de los próximos años. En este sentido, si entendemos a los partidos políticos como maquinarias para ganar elecciones, veremos cuál es la mejor máquina para el 2018, pero yo creo que el piloto también cuenta. Veremos.

ernesto_unam@yahoo.com.mx