Foto: Cortesía

Hace 6 años que Río de Janeiro ganó la candidatura olímpica, y hoy, a pocos días del inicio de los juegos, el panorama no es tan alentador como cuando la ciudad carioca fue escogida.

Brasil en aquellos momentos era el país promesa, la gran potencia sudamericana que logró en poco tiempo sacar de la pobreza a millones de personas; atraía a muchas empresas del mundo a invertir en él y lograba ser el primer país sudamericano en organizar unos juegos. Prometía hacerlos con alegría y esplendor, pero hoy el mundo mira a la ciudad olímpica con desconfianza y temor pues Río de Janeiro y Brasil están en crisis.

Infraestructura

Las aguas donde se realizarán algunas de las pruebas de remo y canotaje, así como las de la bahía de Guanabara, donde estarán las pruebas de vela, se encuentran contaminadas, en esta última se dice que se ha encontrado materia fecal. En la laguna de Tijuca que rodea las instalaciones olímpicas, desembocan aguas fecales y todo tipo de basura. Los proyectos de tratamiento de aguas con motivo de las olimpiadas nunca tuvieron el visto bueno. La línea del metro aún sin terminar que unirá Ipanema y Barra de Tijuca, convertirá en un caos el acceso a las instalaciones. Otra de las obras que representó problemas fue la ciclovía que bordea la costa y que se derrumbó parcialmente matando a 2 personas. Por ultimo, algunas de las empresas involucradas en la construcción de las instalaciones, están siendo investigadas en el escándalo de corrupción de Petrobras.

Crisis Económica.

Después de la fiesta viene la resaca, y después de que en Brasil en los últimos 5 años se han organizado eventos internacionales de gran tamaño como son los juegos Panamericanos, el mundial de futbol y ahora los juegos olímpicos, el modelo económico se agotó, la inflación subió y la industria perdió competitividad. China, su principal socio comercial, tuvo una menor demanda de los productos brasileños. Hoy el país lleva 2 años en recesión.

Crisis Política.

La recesión hirió de muerte al gobierno y los escándalos de corrupción que rodean a su presidenta, Dilma Rousesef, que enfrenta un proceso de destitución, generan un ambiente no apto para realizar el evento: Las constantes marchas y manifestaciones en las calles de Río, son puntos de constante alarma para los organizadores de los juegos.

Delincuencia

Aunque habrá un despliegue de seguridad histórico durante la realización de los juegos olímpicos, hay riesgos de asaltos a los turistas en una ciudad que en los últimos años ha visto incrementar sus niveles de criminalidad; sin olvidar un posible riesgo de marchas de protesta como las que antecedieron a el mundial de futbol en 2014. Por último, las favelas que están cerca de las vías estratégicas de comunicación, por donde circularan millares de personas, que podrían presenciar episodios de violencia.

Zika

Y es que, si a todo lo anterior le sumamos la epidemia de Zika que ha azotado al país, definitivamente, la suerte no le ha sonreído a los organizadores de Río 2016. Se recomienda a los turistas y atletas sexo seguro y 2 meses de abstinencia al volver a casa, ya que el virus es de transmisión sexual. Se repartirán 450 mil condones entre atletas y entrenadores, lo que sin duda es el primer record olímpico de los juegos.

Por esto es, que antes de comenzar la justa olímpica, el pronóstico es reservado. Esperamos que la parte deportiva supere las expectativas de la parte organizacional, y que los atletas saquen la cara por el movimiento olímpico; y así, en la clausura del evento, el presidente del comité olímpico internacional, Thomas Bach, pueda decir: Río de Janeiro son los mejores juegos olímpicos de la historia.


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