Foto: BBC

Ocasionado por una proliferación anormal de algas, que consumen el oxígeno disponible y generan toxinas venenosas en los mariscos bivalvos, la ‘marea roja’ es un fenómeno usual, pero la mayor intensidad registrada en los últimos meses mantiene en jaque al mar chileno.

El florecimiento de algas nocivas provocó además en febrero la muerte por asfixia de unas 40,000 toneladas de salmones, equivalente a un 12% de la producción anual de Chile, segundo productor mundial.

Otra proliferación de algas provocó hace tres semanas la prohibición total de extracción de mariscos en la región de Los Lagos, a unos 1,000 km al sur de Santiago, que generó masivas protestas de pescadores.

El fenómeno aparece también mencionado como una de las causas del varamiento de miles de moluscos y sardinas, y de la muerte de más de 300 ballenas en una recóndita zona del sur de Chile.

Las microalgas consumen el oxígeno disponible en el mar, provocando la muerte por asfixia de especies como salmones y truchas. Generan, además, toxinas venenosas que contaminan sobre todos los mariscos bivalvos, los que al ser consumidos por humanos provocan una intoxicación, cuyo nivel de gravedad depende de la cantidad consumida y la edad del paciente, entre otros factores.

En condiciones ambientales favorables, las microalgas se multiplican súbitamente causando notorias decoloraciones del agua. El rojo es el color más frecuente, de ahí que se haya generalizado mundialmente el término “marea roja” para asociar al fenómeno.

De las 5,000 tipologías de algas existentes, unas 300 proliferan causando algún tipo de nocividad y 80 de ellas tienen capacidad de producir potentes toxinas.

OTRO EFECTO DE EL NIÑO

Si bien es un fenómeno frecuente en Chile, los expertos no encuentran explicación de la intensidad manifestada por el fenómeno en las últimas semanas. El fenómeno climático de El Niño, que aumenta la temperatura superficial del océano, es la causa más mencionada.

“La mayor intensidad de marea roja podría tener relación con El Niño durante este año, el cual aumentaría las temperaturas en el Pacífico”, explica Enrique Calfucura, académico de la Universidad Diego Portales.

En zonas del océano chileno se ha registrado aumento de la temperatura de las aguas de entre 2 y 4 grados, agrega el experto.

Los efectos de la industria salmonera en la zona aparecen también mencionados como factor detonante, aunque no hay unanimidad entre expertos.

“La intervención del mar por tres décadas en la región de Los Lagos con el vertimiento de desechos de la engorda intensiva del salmón ha acelerado el florecimiento de algas nocivas”, dice Jorge Weil, académico de la Universidad de Los Lagos.

Los pescadores de la zona culpan de la proliferación de marea roja al vertimiento al mar de miles de toneladas de salmones muertos por la primera proliferación de algas, una teoría negada por la industria.

Según Calfucura, “no hay estudios que analicen la relación causa-efecto desde la salmonicultura sobre los florecimientos de algas que generan marea roja”.

En los últimos días surgió también otra posible explicación: la erupción del volcán Calbuco ocurrida hace un año. Según David Cassis, investigador asociado del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático de la Universidad Santo Tomás, la irrupción de El Niño junto a las cenizas volcánicas habrían actuado como fertilizante.

“A pesar de que haya pasado más de un año, pueden seguir existiendo nutrientes en el agua o ser reintroducidos al ser removido del fondo marino por vientos y corrientes”, explicó Cassis, al diarioLa Tercera.

Científicos independientes realizarán un estudio oficial sobre el tema, anunció el gobierno chileno.