Ante los escándalos de corrupción, Luisa Alcalde aseguró: es "una campaña de desprestigio"
Luisa Alcalde | Foto: Facebook

Luisa Alcalde enfrenta una campaña de desprestigio, asegurando que en Morena no se tolera la corrupción.

La presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, afirmó que su partido enfrenta una “campaña de desprestigio” y aseguró que en Morena “no se protege a nadie” ni “se tolera la corrupción”.

“Nuestro movimiento no protege a nadie, en nuestro movimiento no hay impunidad. Si una persona ha cometido algún acto ilícito o de corrupción, debe ser investigada y castigada, sin importar de quién se trate”, declaró.

Durante una conferencia de prensa en Cancún, Quintana Roo, Alcalde respondió a las acusaciones derivadas de investigaciones recientes por parte de entidades del Estado, que han señalado presuntos actos de corrupción dentro de Morena.

Calificó estos señalamientos como parte de una “campaña política” y atribuyó su origen a los medios de comunicación, mencionando los amparos presuntamente promovidos por los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador.

“Y lo peor de todo es la actitud de los medios, porque no solamente lo dan por hecho y lo ponen en primeras planas de medios nacionales, la noticia vuela ¿y cuándo se aclara y se dice ‘nosotros no promovimos esos amparos’? (…) No sólo no lo aclaran, lo reiteran. Si eso no es manipulación, ¿entonces qué es? Es una campaña de desprestigio”, insistió.

La morenista destacó las investigaciones del portal Latinus, que durante años ha documentado presuntas conexiones entre miembros de Morena y actos de corrupción, sin que se hayan iniciado investigaciones formales.

“No se puede culpar a alguien porque nada más lo sacó Latinus”, comentó.

Alcalde subrayó que cualquier funcionario señalado debe ser investigado por las autoridades competentes.

Mencionó el caso de la diputada Hilda Brown, en el que el gobierno de Estados Unidos congeló cuentas, pero la Unidad de Inteligencia Financiera de México no encontró indicios de lavado de dinero.

Finalmente, Luisa María Alcalde se cuestionó: “¿Por qué habría que dañar a nuestro movimiento si no protege a nadie?”.