El argumento del agente de tránsito para detener al mando de la Guardia Nacional fue que su auto tenía placas del Estado de México
Morelia, Michoacán.- Un elemento de la Dirección de Tránsito y Movilidad de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), exhibió la presunta corrupción e ilegalidad en la que operan los agentes en los “filtros de revisión”, tras detener a un sujeto que resultó ser, Francisco Javier Mercado Gamiño, subjefe de la Guardia Nacional en Michoacán.
La Secretaría de Seguridad Pública filtró a medios de comunicación una grabación en la que exhibe una parte de la detención del subjefe de la Guardia Nacional, en la que se le muestra como prepotente y en una actitud negativa a presentar su identificación y su tarjeta de identificación, so pretexto de que el vehículo en el que se trasladaba portaba placas del Estado de México.
En dicha grabación, Mercado Gamiño le cuestiona al agente de tránsito el motivo por el que se le detiene y por el cual debe presentar su identificación, así como la tarjeta de circulación de su vehículo y los documentos que acreditan que es de propiedad.
Sin embargo, este día fue exhibido por un medio de comunicación local otro fragmento del video en el que el subjefe de la Guardia Nacional le presenta los documentos requeridos, y los propios elementos de tránsito le sugieren irse, a lo que Mercado Gamiño se niega y permite que se lleven su automóvil.
La justificación del agente de tránsito fue detener al mando de la Guardia Nacional, so pretexto de que “era sospechoso” porque su vehículo portaba placas del Estado de México.
Los operativos de la Dirección de Tránsito y Movilidad de la SSP han sido cuestionados como presuntamente irregulares, luego de que varios medios locales han publicado denuncias de quejas ciudadanas por la forma en que detienen a conductores y levantan sus vehículos.
Incluso, la asociación Revolución Social que lidera el exalcalde de Tepalcatepec, Guillermo Valencia Reyes, ha denunciado en redes sociales, presuntos contubernios de la SSP con Grúas Monarca o Zacapu, en los que tanto elementos de tránsito, el titular de la dirección y la propia empresa, imponen tarifas sin regulación además de llevarse moche.
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