Pese a Ley, no existen los mecanismos para combatir el acoso y hostigamiento en escuelas
En escuelas, persiste el acoso | Foto. Archivo

Para combatir el acoso y hostigamiento escolar en Michoacán no existen los mecanismos necesarios, ello pese a la existencia de una Ley estatal en la materia

Morelia, Michoacán.- Pese a la existencia de una Ley específica, en Michoacán no existen los mecanismos para combatir el acoso y hostigamiento escolar, informó Nuria Hernández Abarca, secretaria de la Mujer en Morelia.

En entrevista, la funcionaria reportó que la dependencia a su cargo hay venido recibiendo reportes sobre este tipo de violencias en los planteles: “este es un tema para hablarlo con las escuelas a nivel estatal, casos de acoso y hostigamiento al interior de los colegios”.

Refirió que aún y cuando hay una ley específica de prevención del acoso y de la violencia escolar en el Estado, “no existen los mecanismos suficientes, y ahí es un pendiente para reforzar también desde la legislación, hasta la política pública, para que se generen mecanismos al interior de la escuela de denuncias anónimas que las chavas puedan presentar, de comités que estén integrados por las jóvenes también y no nada más por los maestros”.

Como ejemplo puso el caso de una estudiante chiapaneca de secundaria, que en su discurso de graduación denunció acoso sexual por parte de maestros, “¡qué poderoso fue su mensaje! pero tuvo que encontrar el espacio y sentirse apoyada para que eso pasara”.

Apuntó que cuando se denuncian este tipo de casos una medida común es cambiar a los profesores de institución, “como si su conducta dejara de replicarse por transferirlos a otra escuela, al contrario, puede ser peor, porque lo que haces es llevar a esa persona a otro lugar donde a lo mejor no pasaban ese tipo de situaciones”.

Por ello Nuria Hernández consideró necesario reforzar las políticas públicas en ese sentido, “generar los mecanismos para que las chavas denuncien, porque si no, no les dejas herramientas. Estamos recibiendo muchas jóvenes que nos llevan las maestras, ni siquiera son los padres de familia”.