Foto: Javier Velázquez/ Contramuro

Morelia, Michoacán: Familias enteras caminaban desde diferentes puntos hacía el centro de la ciudad, para llegar temprano y tener una buena vista del desfile, ya que la avenida principal de la capital se encontraba totalmente cerrada.

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Los transportes públicos no podían acercarse a más de 4 cuatro de la avenida principal, por lo que, usuarios molestos recriminaban el tener que caminar para ver el desfile.

Quienes viven cerca del centro, ya aparataban sus lugares con sillas y las famosas vendimias de churros, papas y aguas, no se hacían esperar por toda la Madero.

Fue cuando en punto de las 11 de la mañana, comenzaron a salir el primer contingente, el cuál estaba conformado por rescatistas que estuvieron ayudando tras el sismo del 19 de septiembre.

Foto: Raúl Tinoco/ Contramuro

Las madres, niños, padres, abuelos, tomaban sus cornetas tricolores y hacían sonarlas para dejar ver a los héroes que Morelia estaba con ellos y que hoy, no era un día para lamentar esos hechos, sino para festejar que todo un país se levanta de las tragedias.

Los policías, la marina, las enfermeras, fueron aplaudidos y saludados por cientos de niños que se sentían orgullosos de ellos, una ovación extra tuvieron los topos y los canes que lucharon por rescatar con vida a esas personas atrapadas entre los escombros.

Foto: Raúl Tinoco/ Contramuro

El desfile continuó con todo tipo de contingentes, escuelas secundarias, preparatorias, universidades, cruz roja, protección civil, militares, policías municipales, etc. Todos ellos marchando y dejando en alto su institución.

Rostros cansados y sudorosos, mujeres caminando a fuerzas con sus tacones, hombres rojos de sus caras pero desmontando que su institución lo vale a cada paso redoblado que dan, a cada golpe al tambor, a cada soplido de su corneta.

La gente grita y saluda a todo aquel que pasa, haces énfasis en sus porras cuando ven un rostro conocido, mismo que corresponde la porra o solo se queda quieto y sonríe.

De pronto una serie de helicópteros sobrevuelan la avenida Madero y la gente grita, se emociona al ver que ellos también están presentes.

Casi al final, se acercan los cuerudos, quienes son bien recibidos por todas las personas, al recordar que así se vestía Morelos.

Foto: Raúl Tinoco/ Contramuro

Los cuerudos, se enorgullecen de traer la cuera, esa ropa confeccionada con ls piel de venados y que es muy resistente a los rayos del sol, esa que aunque es pesada, fue un emblema de todos los que pelearon en la tierra caliente de nuestro estado, por la libertad del país.

Al finalizar el desfile sólo quedan rostros de alegría y algunos de sueños, caras motivadas por celebrar un año más el natalicio de don José María Morelos, aún que cansados, muchos regresan a sus casas para arreglarse y disfrutar por la noche, de los antojitos y mariachis en el centro de la ciudad.

Lo que queda en la Madero, es un sinnúmero de basura, las cuales son rápidamente quitadas por las personas de limpieza de ayuntamiento, quienes prepararán el centro para que por la noche se siga disfrutando de los festejos.