Sectores político y educativo lideran movilizaciones y bloqueos este miércoles en Michoacán.
Morelia, Michoacán.- Este miércoles los sectores político y educativo encabezaron distintas movilizaciones y bloqueos viales en varios puntos de Michoacán. Tanto en la capital del Estado, como en otros municipios.
Primeramente el sector político y específicamente militantes y simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), especialmente aquellos que son seguidores del ex gobernador, Silvano Aureoles Conejo, bloquearon la avenida Camelinas, frente al sol azteca, para exigir la renuncia de los líderes nacional y estatal, Jesús Zambrano Grijalva y Octavio Ocampo Córdova, respectivamente.
También en la capital michoacana, trabajadores y maestros agremiados a uno de los sindicatos del Telebachillerato Michoacán, continúan con las protestas en contra de la directora general del subsistema, Cristina Portillo Ayala, de quien exigen renuncie al cargo, si no resolverá la problemática que aqueja.
Y es que los trabajadores, aseguran que Portillo Ayala sin razón alguna despidió a 50 maestros, a quienes tampoco se les dio un previo aviso de la separación de su cargo y el día que regresaron a clases, se encontraron con que ya estaban dados de baja y habían sido sustituidos.
En tanto, maestros de preescolar de la zona 066 de la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), bloquearon la carretera y entrada a Santa Clara del Cobre, en el municipio de Salvador Escalante, para exigir la destitución de la supervisora escolar de aquella región.
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Para la próxima semana también se esperan movilizaciones del magisterio michoacano, específicamente de la Sección XVIII de la CNTE conocida como “Poder de Base”, quienes iniciarán con una “marcha masiva” el lunes y en los siguientes días tomarán presidencias municipales y bloquearán vialidades en distintos puntos de la entidad.
También tienen planteado al menos cinco días de paros de labores, todos ellos durante el mes de febrero y el último de ellos de 72 horas, con la advertencia de que podría extenderse y en tal caso aplicarían un paro indefinido de labores.