Foto: Francisco Garfias

Lo dice el panista Javier Lozano: “No hay comparación entre Anaya presidente y Meade presidente”.

Con ese comentario favorable al secretario de Hacienda terminó el senador poblano la charla que sostuvimos telefónicamente ayer.

Lozano había leído en este espacio la réplica de su coordinador, Fernando Herrera, a las críticas de cuatro senadores rebeldes del PAN a Ricardo Anaya por “utilizar” al partido para sus ambiciones de ser candidato presidencial del Frente.

“El tiro era con el patrón de Herrera, no con él”, aclaró Javier.

Y se le fue a la yugular al coordinador de la bancada del PAN por haber dicho que los rebeldes eran todos pluris y que Javier no ganaba una elección ni en la asociación de padres de familia de la escuela de sus hijos.

Herrera no sabe ni con quién trabaja. No he sido plurinominal. Soy senador de primera minoría. Gané más de 700 mil votos ¿Legislador pluri? Anaya. Ahora quiere ser presidente plurinominal”, destacó.

Ya encarrerado, aseguró que el único mérito que tiene Herrera para ser coordinador del grupo parlamentario es su mediocridad.

“Es la característica que exige Anaya. Obediencia, sumisión, que sea pusilánime, que sea útil para su causa”, aseguró.

Lozano repitió que la única preocupación de Herrera es que el jefe panista no se enoje con él y lo remueva. “El grupo parlamentario le vale madre”, aseveró.

Y se le fue encima también a Anaya: “Quiere coordinadores a modo en las cámaras. No soporta la capacidad de un liderazgo.

“Por eso traicionó a Madero y puso a Marko Cortés. Por eso no puso a Héctor Larios en el Senado. No quiere gente capaz, con liderazgo en las cámaras, sino mandaderos”, puntualizó.

  • Roberto Gil, otro senador rebelde, aclaró a los confundidos que se aferran irracionalmente a la idea de que es imposible tocar el financiamiento de los partidos después de iniciado el proceso electoral, aún en emergencia.

El panista, autoridad en la materia, citó un párrafo de lo que ha dicho la Suprema Corte en cuanto a la interpretación del carácter fundamental de las normas.

“Si las citadas modificaciones legislativas no son de naturaleza trascendental para el proceso electoral, por ser de carácter accesorio –Y aquí viene la frase importante— o de aplicación contingente, su realización dentro del proceso electoral no producirá su invalidez”.

Por si no quedó claro, citó otro párrafo más coloquial que va en el mismo sentido:

“Si hay una crisis económica de un tamaño verdaderamente relevante en el país nos tendríamos que preguntar si todos tendríamos que reducir el gasto público: salud, educación, desarrollo social, apoyo al campo, apoyo a las mujeres

“¿Los partidos serían intocables en esa interpretación de que la Constitución fija los elementos de la fórmula y determina que ese gasto no puede ser ajustado a una realidad específica?

“Hay jurisprudencia firme de la Corte…varias de ellas tienen que ver con prerrogativas de los partidos políticos”, puntualizó el panista.

Sonaba como respuesta a los que afirman que los recursos de los partidos son inamovibles en pleno proceso electoral porque “lo dijo Diego Valadez”.

  • Otro que le replicó a Valadez fue Enrique Ochoa:

“Que los recursos que ya hayan ingresado a los partidos y éstos los destinen a cualquier causa distinta a la actividad electoral si es inconstitucional.

“Que los partidos renuncien al financiamiento público a fin de que los recursos sean canalizados por la Tesorería a otros fines, es perfectamente constitucional y legal”.

Puedo apostar que ni aun así admitirán que el financiamiento a los partidos se puede modificar en la contingencia por la que atravesamos.

  • A leguas se nota que no somos de las simpatías de Miguel Ángel Yunes, a quien conocemos desde sus épocas de priista de hueso colocado.

A juzgar por la actitud que adoptó, al gobernador de Veracruz no le gusta lo que hacemos. ¡Qué pena nos da!

Nos topamos con el sucesor de Duarte en el restaurante El Cardenal de Avenida Palmas, en las Lomas de Chapultepec.

Aprovechamos la coincidencia para preguntarle cuántos gobernadores asistieron a la reunión con Ricardo Anaya, el pasado lunes. “No seas preguntón”, evadió.

Se dio la media vuelta y se fue.

¿Se le habrá olvidado que una de las funciones del periodista es preguntar?

Por otros medios nos enteramos que al encuentro con Anaya asistieron gobernadores que simpatizan con él, pero también algunos que no lo quieren. Entre los primeros está el veracruzano, pero también Miguel Márquez, Guanajuato, y Javier Corral, Chihuahua.

Pancho Domínguez, Querétaro; Tony Gali, Puebla; José Rosas Aispuro, Durango, y Cabeza de Vaca, Tamaulipas, no son precisamente fans del Joven Maravilla, pero sí asistieron.

Siete de doce.

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