Óscar Celis Silva del círculo íntimo de Ramírez Bedolla se une al proyecto de Raúl Morón, perfil fuerte de Morena rumbo a 2027, marcando una fractura en el grupo del gobernador.
En política no hay amistades eternas, y Óscar Celis Silva acaba de confirmarlo; Quien fuera parte del primer círculo del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y hermano de su operador más cercano en el Congreso, Juan Pablo Celis, rompió filas con el grupo en el poder para sumarse al proyecto del senador Raúl Morón Orozco, el morenista mejor posicionado rumbo a la gubernatura de Michoacán en 2027.
A través de redes sociales, este viernes Celis difundió una imagen junto a Morón con un mensaje cargado de simbolismo: “Un gusto coincidir con el senador de la República, Raúl Morón Orozco, un referente de la izquierda y del proceso de transformación en el país y en nuestro estado. La suma de esfuerzos, voluntades y convicciones es el único camino para construir un Michoacán más justo y solidario”.
La frase final: “El poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás”, atribuida al expresidente Andrés Manuel López Obrador, sonó más a despedida del estilo bedollista que a simple cortesía política.
Detrás del gesto hay historia. Celis Silva formó parte del reducido grupo de “compadres” que acompañó a Alfredo Ramírez en su travesía desde los días de oposición hasta Palacio de Gobierno. Era parte de las sobremesas, las estrategias, las confianzas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los desencuentros se acumularon: decisiones unilaterales, nombramientos impugnados, desplantes que dejaron heridas en el círculo que un día fue íntimo.
Celis no sólo era cercano al mandatario, sino también a su esposa, Grisel Tello Pimentel. Ese vínculo lo colocó por un tiempo en posiciones de influencia, hasta que los vientos cambiaron y, como ha ocurrido con otros miembros del equipo original, fue despedido sin miramientos a través de redes sociales.
“Al estilo Bedolla”, dirían algunos: sin aviso previo, comentan algunos morenistas desplazados de la cúpula oficial.
Distanciamiento progresivo
El distanciamiento fue progresivo. Desde hace meses, Celis empezó a tender puentes con Raúl Morón, quien ha ido tejiendo una estructura territorial robusta mientras las lealtades dentro del morenismo michoacano comienzan a resquebrajarse.
Su adhesión pública confirma lo que en los pasillos del poder ya se sabía: la fractura entre el grupo del gobernador y el ala moronista es real, y los reacomodos apenas comienzan.
Morón, por su parte, arremete discreto en esta jugada de erosión al interior del bloque oficial, navega con banderas de reconciliación y unidad, pero también de poder con propósito: “El poder sólo tiene sentido cuando se pone al servicio de los demás”, suele repetir invocando a Andrés Manuel López Obrador, frase que ahora repite Óscar Celis, quien este jueves hizo público que cambió de casa política dentro del mismo partido.
La jugada no es menor. Se trata de un desprendimiento simbólico del corazón del bedollismo, un golpe silencioso que refleja cómo el mapa interno de Morena se está moviendo.
Las alianzas se reacomodan, los compadres se distancian, y el 2027 ya comenzó a sentirse en Michoacán.