Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal y miembro de Black Sabbath, fallece a los 76 años, dejando un legado imborrable en la música.
Estados Unidos.-El mundo del rock llora la partida de uno de sus íconos, este martes 22 de julio de 2025, falleció John Michael “Ozzy” Osbourne a los 76 años, legendario vocalista de Black Sabbath y figura emblemática del heavy metal. Su muerte ocurrió poco después de su emotiva actuación final en el festival Back to the Beginning en Birmingham. Rodeado de su familia, Ozzy dejó este mundo rodeado de amor, como confirmó su círculo cercano.
Ozzy Osbourne había estado luchando contra un deterioro progresivo de su salud. En 2019, fue diagnosticado con Parkinson, lo que afectó significativamente su movilidad. Además, enfrentó múltiples cirugías de columna, complicaciones por una caída en 2019, coágulos en sus extremidades inferiores, problemas de presión arterial y un tumor vertebral extirpado en 2022.
En sus propias palabras: “Siento como si mis pies estuvieran amarrados con bloques de cemento al caminar”. Sharon Osbourne, su esposa, describía su estado como el de una figura de porcelana que requería cuidados extremos. A pesar de todo, Ozzy siguió un riguroso régimen de entrenamiento para lograr presentarse en su último concierto el 5 de julio.
Nacido el 3 de diciembre de 1948 en Birmingham, Inglaterra, Ozzy fundó Black Sabbath en 1969 junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Con álbumes como Paranoid, Master of Reality y Sabbath Bloody Sabbath, la banda estableció las bases del heavy metal con su estilo oscuro e intenso.
Después de dejar Black Sabbath en 1979, Osbourne emprendió una exitosa carrera solista con discos como Blizzard of Ozz, Diary of a Madman, No More Tears y Ozzmosis, vendiendo más de 100 millones de copias en todo el mundo.
También fue el creador del festival Ozzfest, que ayudó a lanzar a muchas bandas emergentes y consolidó su estatus como el padrino del metal. Entre sus canciones más icónicas se encuentran Crazy Train, Mr. Crowley, Mama, I’m Coming Home, No More Tears, Bark at the Moon.
Ozzy se casó en 1982 con Sharon Osbourne, quien fue una pieza clave en su recuperación y carrera solista. Juntos tuvieron tres hijos: Aimee, Kelly y Jack, quienes participaron en el famoso reality The Osbournes (2002–2005), que mostró la vida cotidiana de la familia y convirtió a Ozzy en una figura popular más allá de la música.
Kelly Osbourne, además de su carrera como cantante y presentadora, defendió a su padre de rumores infundados. Durante el último concierto de Black Sabbath, su pareja Sid Wilson (de Slipknot) le propuso matrimonio frente a todos los presentes.

Sharon ha sido una figura influyente en la industria musical y televisiva, además de autora y presentadora. Su historia con Ozzy, llena de altibajos, adicciones y reconciliaciones, es un testimonio de resistencia y amor genuino.
La carrera de Ozzy estuvo marcada por eventos tan memorables como controvertidos. En 1982, mordió la cabeza de un murciélago en un concierto, creyendo que era de utilería. En otra ocasión, orinó en el monumento del Álamo en Texas. También fue acusado de incitar al suicidio con la canción Suicide Solution, pero fue absuelto.
En una entrevista de los años 80, bajo la influencia de sustancias, llegó a decir que admiraba a Hitler, lo que provocó críticas severas. Años después, confesó que estaba completamente fuera de sí y que no entendía cómo había sobrevivido a tantos excesos.

El show Back to the Beginning fue su última aparición pública. Sentado en un trono, junto a sus compañeros fundadores de Black Sabbath, Ozzy cerró el espectáculo con Paranoid, mientras millones lo seguían en streaming. “Si no puedo seguir presentándome regularmente, solo deseo estar lo suficientemente bien para decir: ‘Gracias por mi vida’”, comentó semanas antes.
Ozzy Osbourne deja una huella imborrable en la historia del rock. Su arte, rebeldía y constante lucha contra la adversidad seguirán inspirando a futuras generaciones. El Príncipe de las Tinieblas apagó su luz terrenal, pero su fuego continuará ardiendo en cada riff, cada grito y en cada alma que alguna vez vibró con su crazy train.