A pesar del rechazo ciudadano, el ayuntamiento de Morelia inició pruebas de fotomultas en vías principales para disminuir accidentes y controlar el exceso de velocidad
Morelia, Michoacán.- El Ayuntamiento de Morelia ha dado inicio oficialmente a las pruebas de fotomultas en vías principales, a pesar del rechazo ciudadano manifestado en las últimas semanas.
La implementación de fotomultas en Morelia responde a la permanente preocupación por el exceso de velocidad y el aumento de accidentes vehiculares, factores que han motivado a las autoridades locales a instalar sensores de velocidad y cámaras de vigilancia como parte de una estrategia para mejorar la seguridad vial en la ciudad.
Antecedentes sobre el Proyecto de Fotomultas
De acuerdo con comunicados oficiales, el programa de fotomultas Morelia inició con la colocación de radares y cámaras, apoyados por técnicos provenientes de la Ciudad de México.
El objetivo es detectar automóviles que circulen por encima de los límites permitidos y emitir sanciones automáticas para reducir la siniestralidad vial.
Este sistema, que combina tecnología y control municipal, ha generado inconformidad social y un amplio rechazo ciudadano, ya que muchos morelianos consideran que la medida tiene fines recaudatorios más que preventivos.
El rechazo al programa de Fotomultas
El rechazo ciudadano a las fotomultas en Morelia se ha reflejado en protestas y quejas difundidas tanto en redes sociales como en medios de comunicación. Los habitantes señalan la falta de consulta y transparencia del Ayuntamiento en la toma de decisiones.
Sin embargo, las autoridades de Morelia insisten en que el programa de fotomultas es una respuesta estructurada al alto índice de accidentes causados por exceso de velocidad.
Los antecedentes que han ofrecidos las autoridades municipales indican que la ciudad ha registrado múltiples fatalidades, por lo que el esquema de sanción electrónica busca modificar el comportamiento de los conductores y proteger la vida de los habitantes.
Las pruebas de fotomultas incluirán una etapa de evaluación técnica y social antes de la puesta en marcha definitiva.