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Morelia, Michoacán.- Durante su estancia en la cárcel, el exvocero de las autodefensas, José Manuel Mireles Valverde, recibió las propuestas de un juez, un senador y un representante del gobierno michoacano de inculparse del delito que del que se le acusó y sujetarse al exilio en México por lo que resta de la presente administración federal y la próxima, a cambio de su libertad, explicó en el medio de comunicación “el Portavoz Noticias” Tercera Vía.

En la entrevista al doctor Mireles, éste les detalló que, durante su estancia en la prisión, la primera ocasión recibió a un juez y a un senador, quienes le propusieron asumir la culpabilidad del delito de violación a la Ley Federal de Armas de fuego y Explosivos, y en 15 días saldría libre del penal.

Mireles Valverde reveló, “el primero sí fue mensaje, uno me lo mandan con un senador y otro me lo mandan con un abogado; que si yo aceptaba echarme la culpa de todo lo que estaba haciendo y que, sí firmaba, que en 15 días salía libre, ¡ah que bueno verdad! Pero yo me ponía a pensar, ‘en dos años me jubilo de médico de la Secretaría de Salud, soy empelado federal de la Secretaría de Salud, si yo acepto ser culpable de un crimen que no cometí -porque no lo cometí-, o sea, yo no andaba armado, solo que consideren un arma muy peligrosa la pierna de pollo, así como consideran allá en los penales, los timbres, los sobres, las hojas” (…) “el segundo eran con el mismo término, uno venía de un juez y otro venía de la PGR, ‘acéptalo y te vas en 15 días’, pero si faltan dos años para jubilarme, pierdo la jubilación por aceptar eso que no es cierto”.

Señaló que posteriormente recibió una visita de un representante del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, quien le solicitó firmar un documento en el que se comprometiera a salir del país durante el resto de la actual administración federal y la próximo, no asociarse con ningún grupo armado, no regresar a este estado y no llevar a cabo ningún activismo político, a cambio de su libertad.

“Después tengo una visita muy especial en mayo, de uno que se decía mi amigo, ‘vengo a visitarte de tu amigo, el gobernador del estado de Michoacán, te manda muchos saludos y un fuerte abrazo´, y me lo da. ¡Ah sí es mi amigo! Pues me vio muchas veces allá pa pedir nuestro apoyo, nuestra ayuda para gobernar Michoacán, pero sí, antes sí era nuestro amigazo del alma, y luego me manda a su mensajero personal, primero a verme, ‘¿cómo te sientes? Bien ¿Ya estás listo para irte? Si, como no, órale pues, en 10 días venimos por ti. Así le dicen a su mensajero, le dice a mi hermana, ‘no, yo te voy a poner el avión, yo mismo voy a ir’, y hasta lo publican, ‘para mi amigo el doctor Mireles’”, dijo.

Y añadió, “pero, la siguiente vez que va a verme, el amigo de este señor me lleva un documento indigno, antipatriota, donde me exigen que salgo yo también en menos de 15 días, pero si lo firmo, con 4 puntos para ellos muy importantes; número uno, salirme de la nación mexicana por este periodo y el que sigue de gobierno federal, estamos hablando de casi 8 o 9 años; número dos, nunca regresar a Michoacán ni asociarme a ningún grupo armado; número tres, no participar en ningún activismo político, ni municipal, ni estatal, ni federal; número cuatro, ellos corrían todos los gastos de la exportación o exilio, y tenía dos opciones fundamentales, o Cuba, o Estados Unidos. Y yo de broma le dije, ‘mire, soy un luchador social, no soy revolucionario ni soy comunista, mándeme a Cuba, y aparte de luchador social, me hago comunista, me hago revolucionario, y hasta nadando me les escapo y vengo a ponerles en su madre. Así le dije, de broma, que quede claro”.

Mireles Valverde aseguró a los entrevistadores que jamás portó un arma durante el movimiento de las autodefensas.

“El arma más peligrosa que traía en la mochila era esta, el pastillero. Soy diabético desde hace 18 años, está era el arma más peligrosa que traía en mi mochila, y la segunda arma más peligrosa era esta (un celular), pero la madre de todas las armas, dijo un señor hace poco, era el radio que traía colgando con mi chaleco antibalas, mi estetoscopio, ¡cuidado! Un día le dije a un coronel, ‘no abras mi camioneta porque la traigo hasta el full de armas’, no pues se emocionó y que la levanta, ¡sí! Traía cajas llenas de suero, de tabillas, gasas, vendas, algodones, cartones, para entablillar a los que les quebraban un pie de un balazo, suturarlos y mandarlos en friega a los hospitales de Guadalajara, de Colima, de Ciudad Guzmán, porque no podíamos traerlos a Apatzingán que lo teníamos a 20 minutos. Tenía que brincar toda la sierra alta de Jalisco para salvar la vida de algunos de mis compañeros, algunos no llegaron, por desgracia, pero esas son a las armas más peligrosas que maneje en todo el tiempo que anduve activo” concluyó.

Benjamín Álvarez es egresado de la Facultad de Filosofía "Samuel Ramos Magaña" de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Ejerce el periodismo desde septiembre del 2008. Ha laborado en los medios informativos Cambio de Michoacán,...