Foto: Raúl Tinoco

Faltando a todas las formas jurídicas y políticas, Judá Vázquez, quien es coordinador de Comedores Comunitarios de la Sedesol, aceptó que acudió en horas laborales a realizar actividades de partido.

Esta misma semana su jefe el delegado de la dependencia, Víctor Tapia Castañeda, le jaló las orejas al pedirle que renunciara a su puesto en la federación para hacer labores partidistas, pues dijo “son incompatibles, hacer trabajo partidista y ser funcionario federal”.

Lo grave del asunto es que Judá Vázquez quien aspira a dirigir a los jóvenes del PRI en Michoacán, maneja recursos públicos lo que empaña el discurso anticorrupción que encabeza el Presidente de la República.

Aun así aceptó esta mañana, cuando asistió a la sede del tricolor que lo hacía en horarios de oficina. Acudió a la reposición del proceso de elección de dirigente juvenil, que fue echado abajo por un tribunal por tener vicios de origen, al faltar a la garantía de audiencia.

Y a manera de justificación este típico funcionario priísta alegó en su favor que en el desempeño de sus labores en Sedesol no debe registrar su asistencia y que además puede estar hasta la madrugada cumpliendo con sus deberes.


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