Alcaldes y diputados locales de Morena, “cooptados por gobernadores”: Monreal
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“¡Me estás asustando!”, nos dijo, mordaz, Manuel Bartlett, coordinador del bloque PT-Morena en el Senado, cuando hace ocho días le preguntamos si no temía que el PRI arrastrara las negociaciones y dejara correr los diez días hábiles que tenía la Cámara alta para objetar la sospechosa destitución del fiscal electoral Santiago Nieto.

Era apenas el segundo día hábil a partir de la polémica remoción del hombre que investigaba a Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, por supuesto desvío de recursos de la empresa Odebrecht a la campaña del PRI en 2012.

Faltaban ocho. Parecía difícil que el tándem PRI-PVEM  resistiera tanto tiempo las presiones de la oposición. El único argumento de tricolores y verdes era que la votación debería ser en urna y no en el tablero. Pero resultó más fácil de lo previsto.

El viernes que entra vence el plazo legal. No habrá restitución del fiscal electoral.  Tampoco se ejercerá la facultad de la Cámara alta de objetar la destitución.

Mucho menos se analizarán, en tiempo, las razones por las cuales el encargado de despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, corrió al fiscal.

El caso Odebrecht no se ha movido, a pesar de que, antes de renunciar, el procurador Raúl Cervantes dijo a los senadores que la investigación había concluido y que pronto habría imputaciones.

El bloque opositor, que no lo era, se negaba a que se le diera carpezato a la famosa objeción. Alegaba que es un tema no de personas, sino de instituciones.

Pero se atravesó el puente del Día de Muertos. El PRI y el Verde le regalaron su calaverita a los opositores. Se inventaron un megapuente de siete días. El PAN y el PRD aceptaron.

El presidente de la Mesa Directiva, Ernesto Cordero, citó a sesión hasta el próximo martes. Los senadores regresarán después de cumplidos los diez días hábiles que tenían para objetar la remoción. Los únicos que se opusieron a que el Senado se fuera una semana de vacaciones fueron los del bloque PT-Morena.

“El viernes termina el plazo. Ya no hay materia que ver. La carta de Santiago Nietodetonó todo esto”, dijo Emilio Gamboa, coordinador de la bancada priista.

Los senadores esperan que la Jucopo emita, el martes próximo, la convocatoria para elegir al nuevo titular de la Fepade. No hay misión imposible para el PRI. Aunque se requiere mayoría calificada para encontrar al sustituto de Nieto.

El impacto del carpetazo lo vamos a poner en palabras del panista Roberto Gil Zuarth:

“El Senado ha perdido una enorme oportunidad de fijar un precedente hacia adelante sobre la manera en la que va a controlar, desde el punto de vista político y parlamentario, las decisiones que puede tomar el Presidente de la República respecto del fiscal general; o el fiscal general o procurador con respecto a los fiscales especializados”.

  •  Hagamos memoria: Nieto aventó la toalla y dejó colgados a los opositores que luchaban por su restitución al frente de la Fepade. “No hay condiciones”, dijo, de un día para otro, en una carta que envió a la Cámara alta. “Fue amenazado”, denunció, con insistencia,  el bloque opositor.

Alguno de ellos nos contó la versión que circulaba a puerta cerrada entre opositores. A Santiago Nieto lo sacaron de su casa a las 3 de la mañana. Lo llevaron a un hotel. Le enseñaron su expediente y lo pusieron frente a una disyuntiva: renuncia o denuncia. Imposible confirmarlo. Ni Bartlett ni Luis Sánchez ni Fernando Herrera sabían de ese episodio en concreto.

El bloque opositor, que al final no era tal, se derrumbó con el sismo político que el tema provocó. El bloque PT-Morena, en voz de Miguel Barbosa, salió a denunciar que el PAN y el PRD habían cambiado su postura. “¡Aquí nadie se raja!”, fanfarroneó el perredista Luis Sánchez. Al coordinador de los amarillos y al panista Fernando Herrera les preguntamos si se quedarían con los brazos cruzados en caso de que la próxima sesión se convocara dentro de ocho días. La respuesta de ambos fue tibia, evasiva. “Ese escenario no se ha producido”, dijo Sánchez.

En síntesis: el miedo manifestado con ironía por Bartlett estaba justificado.

  •  Alejandra Barrales no cree en las encuestas del Cisen que colocan a Ricardo Monreal a la cabeza de las preferencias electorales en la elección de jefe de Gobierno de la Ciudad de México. “Está truqueada. Nosotros tenemos mediciones que dan otros resultados”, nos dijo la presidente nacional del PRD y aspirante del Frente Ciudadano por México a la sucesión de Miguel Mancera.

Y en un tono que no dejaba lugar a dudas, agregó: “No hay plan para bajarme por Monreal. Si él estuviera mejor ubicado lo evaluaría, pero no es así. Esa encuesta (del Cisen) es parte de  una lamentable inercia”. Recordó que la prioridad en el Frente es el programa y luego las candidaturas. “Algunos (partidos) caen en la desesperación. Nosotros no estamos en eso”.

Le preguntamos si hay riesgo de fractura a la hora de que el Frente tenga que elegir la candidatura presidencial, que parece reservada para el panista Ricardo Anaya, quien va a la baja, según las últimas encuestas. “Ojalá que no. Hay  un avance importante”, aseguró.

  •  Armando Ríos Piter, aspirante independiente a la Presidencia de la República, dejó ayer, sonriente y satisfecho, el Senado. De izquierda a derecha le hicieron reconocimientos como legislador, como persona, como defensor de las causas de los más vulnerables.

Subió por última vez a la tribuna de la Cámara alta para explicar los motivos de su licencia como senador. “Dejé de creer en la política partida y quiero luchar por la unidad en la política. La ruta que he seguido es la independiente”, dijo.

El reto es mayúsculo. Nada más tiene que juntar casi 867 mil firmas para que su nombre aparezca en la boleta de la elección presidencial. Anteayer llevaba menos de ocho mil.