Foto: Raúl Tinoco

La carta que 60 organizaciones del sector privado hicieron llegar al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para que garantice el estado de derecho en Michoacán y otras entidades del país, continúa siendo omitida por quien en 2018 abandonará el Ejecutivo Federal.

Fue el presidente de la Fundación Ciudadana para el Desarrollo Integral de Michoacán (Fucidim), Roberto Ramírez Delgado quien con desaliento reconoció que el Gobierno Federal continúa omitiendo responder al desplegado que emitió el sector empresarial para poner fin a las movilizaciones radicales que suele emprender el magisterio en diferentes puntos de la geografía nacional.

“No ha habido todavía respuesta, el esfuerzo se está haciendo de manera conjunta, esto quiere decir a través de nuestros propios medios con diferentes secretarios, cada vez que vemos a un secretario federal le entregamos copia del desplegado y de la carta, y esperamos que esto pueda tener ya una respuesta pronta”, aseveró.

Ramírez Delgado recordó que desde el pasado 10 de agosto la fundación a su cargo, junto con diversas organizaciones del sector privado, envió un desplegado al presidente de la República, en el que se exigió hacer valer el estado de derecho en el país; sin embargo, la omisión y el desentendimiento de Enrique Peña han imperado en torno al tema.

Ante este escenario, reseñó que en la última visita que realizó el presidente a tierras michoacanas -el pasado 10 de octubre- la Fucidim y otras organizaciones omitieron asistir a la inauguración del tramo carretero autopista Cuitzeo-Pátzcuaro, en donde el titular del Ejecutivo Federal estuvo presente.

Incluso, Ramírez Delgado no descartó la posibilidad de que Enrique Peña le “esté dando largas al asunto” de cara al relevo institucional que se consumará en la presidencia de la República en 2018.

Bajo este tenor, el presidente del Fucidim urgió la necesidad de que el Gobierno de la República responda a las necesidades del sector privado, pues subrayó que de continuar sobre la misma tónica, las posibilidades de acaparar inversión en Michoacán continuarán caminando a paso lento y con resultados poco productivos.