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Coronas y flores acompañan el último adiós al líder citrícola Bernardo Bravo en Morelia. / Foto Especial

Entre dolor y exigencias de justicia, familiares y productores de Apatzingán despiden a Bernardo Bravo, líder citrícola asesinado en Morelia; piden seguridad en el sector limonero

Morelia, Michoacán.- Entre lágrimas y gritos de justicia, familiares, amigos y miembros del sector agrícola se reunieron para despedir a Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, quien fue cruelmente asesinado este lunes.

Su muerte ha dejado un vacío profundo en la comunidad, que lo recordará no solo como un líder, sino como un defensor incansable de los derechos de los productores del limón en la región, que dejo eco entre sus agremiados.

La ceremonia luctuosa, celebrada en la funeraria Gayosso ubicada al sur de Morelia, fue un reflejo del cariño y respeto que la comunidad sentía por él.

Desde la noche del lunes, cuando su cuerpo llegó a la funeraria, no cesaron de llegar coronas y ramos de flores, símbolos del pésame y la solidaridad hacia su familia.

La tristeza y la indignación llenaron el ambiente, mientras amigos y allegados compartían recuerdos de un hombre dedicado a su labor y a la mejora de las condiciones de vida de quienes lo rodeaban.

Las autoridades del estado han indicado que la Fiscalía General del Estado sigue diversas líneas de investigación, incluyendo su actividad como dirigente agrícola.

Sin embargo, la comunidad siente que la respuesta gubernamental ha sido insuficiente ante la creciente violencia que azota a la región y que crimen organizado tiene el sector limonero de rodilla, como lo señaló el líder hoy fallecido.

La muerte de Bernardo no solo es una pérdida personal, sino un claro recordatorio de la lucha constante que enfrentan quienes defienden sus derechos en un entorno hostil y un estado carente de seguridad.

Apatzingán llora hoy, pero también reclama justicia. La voz de sus ciudadanos se alza, pidiendo que se actúe con firmeza para dar con los responsables de este asesinato y para garantizar la seguridad de quienes, como Bernardo, se atreven a defender su tierra y su gente.

La lucha por justicia continúa, y la comunidad no descansará hasta que se haga justicia.