Formación y certificación, una simulación de la profesionalización de la Guardia Nacional
Elementos de la Guardia Nacional / Foto: rgc.mx

La profesionalización de la Guardia Nacional enfrenta retos significativos debido a la falta de certificación y transparencia en su formación.

Morelia, Michoacán.- La profesionalización de la Guardia Nacional (GN) no se ha materializado conforme a los estándares legales que rigen a las instituciones policiales civiles, según el “Quinto Informe del Observatorio de la Guardia Nacional y la Militarización en México”, elaborado por la organización ‘Causa en Común’.

De acuerdo con el texto, pese a los recursos invertidos y los informes oficiales que hablan de miles de graduados, no existe evidencia verificable de que los elementos hayan recibido una formación integral en materias de derechos humanos, atención a víctimas o actuación policial.

Según el informe, la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública establece que todo servidor público que desempeñe funciones de seguridad debe contar con el Certificado Único Policial (CUP), el cual acredita su idoneidad y competencias básicas.

Sin embargo, de acuerdo con datos obtenidos por transparencia, solo el 74 por ciento de los integrantes de la Guardia Nacional cuenta con el CUP, lo que implica que más de 30 mil elementos operan sin la certificación requerida.

La información recopilada por el observatorio muestra inconsistencias en los datos sobre la capacitación, por ejemplo, los cursos de formación inicial variaron entre 984 horas para nuevos ingresos y 385 horas para militares transferidos, lo que evidencia una brecha en los estándares de preparación.

La organización advierte que estos cursos no equiparan las competencias policiales con la formación castrense, y que no se ha transparentado el contenido ni la metodología de evaluación de los mismos.

De 2020 a 2023, el gobierno federal reportó 108 mil 293 egresados de cursos de formación inicial, pero el informe señala que no hay información sobre la localización, los instructores o las evaluaciones aplicadas.

Además, en los últimos años la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Guardia Nacional han respondido de forma contradictoria a solicitudes de información, lo que imposibilita auditar los procesos educativos.

Causa en Común subraya que, en los hechos, la Guardia Nacional no está transformando a soldados en policías, sino que mantiene su estructura y adiestramiento militar.

La ausencia de controles externos, la opacidad en los procesos de formación y la falta de certificación generalizada derivan en una corporación que actúa fuera de los parámetros establecidos por la ley civil.

El Observatorio concluye que el proceso de profesionalización se ha convertido en una formalidad administrativa que busca justificar la permanencia del personal militar en tareas de seguridad pública, sin garantizar un enfoque civil, preventivo o de respeto a los derechos humanos.