Reyes Galindo llama al Congreso de Michoacán a prohibir terapias de conversión, destacando su impacto negativo en la población LGBTQ+.
Morelia, Michoacán.- Desde la tribuna del Congreso de Michoacán, el coordinador parlamentario del Partido del Trabajo, Reyes Galindo Pedraza, exhortó a las y los legisladores locales, para impulsar la ley que busca eliminar las terapias de conversión y con ello prohibir todo acto de discriminación motivado por la orientación sexual de las personas.
“Hoy nuevamente hago un llamado respetuoso en las formas, pero enérgico, en favor de la dignidad de las minorías; en el Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo sostenemos necesario terminar con todas aquellas discusiones bizantinas en torno al reconocimiento de los derechos humanos, máxime tratándose de sectores históricamente estigmatizados, con los que todas y todos tenemos una deuda pendiente que no puede demorarse más, como es la población LGBTQ+”, expresó el legislador durante la sesión ordinaria de este martes.
El líder de la bancada del PT, agregó que entre las prácticas que degradan la integridad y dignidad humana se encuentran las mal denominadas «terapias de conversión», también conocidas como ECOSIG «Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género», que refieren a un conjunto amplio de prácticas e intervenciones pseudocientíficas que se basan en la idea medicamente falsa de que la orientación sexual o la identidad de género de una persona puede y debe cambiarse.

Explicó que estas intervenciones parten de tres enfoques: psicoterapéutico, que se basa en la creencia de que la diversidad sexual o de género es provocada por una educación o experiencia anormal, incluye métodos como la aversión en los que someten a la persona a descargas eléctricas y drogas para provocar una sensación negativa, dolorosa o angustiante, al tiempo que se le expone a cierto estímulo relacionado con su orientación sexual.
El segundo enfoque es el médico: basado en la diversidad sexual o de género como una disfunción biológica, y que incluyen tratamientos hormonales o por medio de esteroides; y, por último, basados en la fe, que toman la bandera de la moralidad para someter a la persona a programas espirituales que incluyen insultos, agresiones físicas, privación de alimentos, y hasta exorcismos.
El congresista, agregó que estas prácticas degradantes, humillantes y discriminatorias, dejan graves secuelas y cambios permanentes de personalidad en las víctimas, por lo que a nivel nacional se han pasos certeros para poner fin a estas prácticas con la publicación de la reforma al Código Penal Federal que tipifica las terapias de conversión como delito, y que se encuentran prohibidas en 19 estados, donde Michoacán sigue siendo omiso ante este grave panorama.
“Por ello, es urgente que este Congreso asuma y haga efectivo el compromiso de legislar con un enfoque de inclusión, diversidad, y de apego irrestricto a los derechos humanos, dando cauce a toda iniciativa que proteja la individualidad, la libertad, la salud y la dignidad humana, en aras de alcanzar un proceso sustancial de transformación a una sociedad incluyente, diversa y tolerante”, resaltó.
Asimismo el coordinador del GPPT, recordó que en el 2022 presentó una iniciativa que buscaba la prohibición de las terapias de conversión en Michoacán, sin que a la fecha haya sido dictaminada; por ello retomó el tema y conminó al Poder Legislativo a la revisión de las iniciativas presentadas en la materia desde la anterior legislatura.
“Que se entienda de una vez por todas que lo único que necesita cura es la intolerancia, y que avancemos pues hacia la consolidación de una sociedad cuya aspiración sea la felicidad de todas las personas. Por último, preciso, como lo dijo Víctor Hugo, que «la libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar”, concluyó Reyes Galindo.