Durante una protesta pro Palestina en el FICM en Morelia, manifestantes exigieron romper lazos con Israel y denunciaron la indiferencia cultural ante la guerra en Gaza
Morelia, Michoacán.- La tarde lluviosa de este sábado en Morelia no disuadió a los manifestantes del Comité en Solidaridad con Palestina en Michoacán que se apostaron frente a una de las sedes del Festival Internacional de Cine de Morelia 2025 (FICM), a un costado del Cinépolis del Centro.
Las voces rompieron la rutina de alfombras rojas y cámaras con consignas que resonaron entre los charcos: “¡Palestina vencerá! ¡Palestina vencerá! ¡Palestina vencerá!”, “¿Dónde están los sionistas?” y “¡Israel va a caer!”, así como llamados directos a cortar lazos: “¡A romper, a romper relación con Israel!”.
La protesta pro palestina coincidió con el segundo día del FICM, que congrega a directores, actores y críticos del país y del extranjero.
Mientras adentro se proyectaban películas, en la acera de enfrente se desplegaron banderas y pancartas en apoyo a Palestina, y un mensaje central: El arte no puede callar ante el genocidio.
Sin paraguas en mano, pero sí con pancartas en la otra, los manifestantes denunciaron la “indiferencia institucional” frente a la violencia en Gaza.
Las consignas se repitieron con fuerza y ritmo hasta volverse un coro que mojaba los carteles: “¡Palestina vencerá!”, se escuchaba, seguido por la interrogación dirigida a quienes percibían como apoyo contrario: “¡¿Dónde están los sionistas?!”.
Otros lemas fueron más contundentes políticamente: “¡Israel va a caer!” y “¡A romper, a romper relación con Israel!”. Las consignas marcaron el tono combativo de la movilización.
Algunos asistentes al festival detuvieron su paso para observar; otros incluso sacaron sus celulares para grabar la protesta e incluso asintieron con sus cabezas, en evidente apoyo a los manifestantes.

La lluvia, lejos de dispersar la concentración, pareció darle un tono más enérgico a la escena, ya que la acción buscó visibilizar lo que los manifestantes llaman el “silencio cómplice” de los espacios culturales frente a la guerra.
Con consignas que apelaron tanto a la solidaridad como a la ruptura de relaciones entre instituciones y el Estado de Israel, lo que generó reacciones entre quienes pasaban por el lugar.
Bajo los reflectores del festival, la protesta quedó como un contrapunto contundente, ya que mientras la ciudad se engalana para celebrar el cine, en sus calles persisten reclamos que interpelan a la comunidad cultural sobre su papel frente a conflictos internacionales.