La Iglesia católica destaca la importancia de dar voz a los pueblos indígenas en México, subrayando su papel crucial en decisiones que afectan su vida.
Ciudad de México.-La Iglesia católica en México ha instado a la sociedad a reconocer y dar voz a los pueblos indígenas a las comunidades indígenas no solo por su folclore y artesanías, sino también por su derecho a participar en las decisiones que les afectan directamente.
En su editorial del semanario Desde la fe, la Arquidiócesis de México subrayó que “reconocer el valor de los pueblos originarios implica mucho más que admirar su folclore o preservar sus artesanías. Significa abrir un espacio real para que su voz tenga peso en las decisiones que afectan sus territorios, su medio ambiente y su forma de vivir”.
La Iglesia destacó que en tiempos de crisis ambiental y social, estas comunidades son clave para recuperar la armonía con la naturaleza y sanar heridas profundas.
“Escucharlos no es un gesto de cortesía; es un acto de justicia y de responsabilidad hacia el futuro común”, añadió.
Con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebrado el 9 de agosto, la Arquidiócesis señaló que en un mundo que avanza rápidamente, los pueblos indígenas ofrecen una perspectiva única y valiosa.
“Ellos custodian lenguas, ritos, símbolos y saberes que son fruto de siglos de relación armoniosa entre comunidades. Su modo de entender la vida no es un vestigio del pasado: es una fuente de sabiduría para el presente y una brújula para el futuro”.
A pesar de la marginación y el despojo que han sufrido, estas comunidades han mantenido su dignidad y sus valores esenciales, como el respeto por la naturaleza y la centralidad de la comunidad.
“Ellos nos recuerdan que el progreso no puede medirse sólo en cifras económicas, sino en la capacidad de vivir en equilibrio y en paz con lo que nos rodea”, resaltó la Arquidiócesis.
Desde 1995, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas resalta los derechos y contribuciones de estos pueblos, que representan más del 6% de la población mundial, con aproximadamente 476 millones de personas en más de 90 países.