El secretario de Seguridad Publica de la entidad, Juan Bernardo Corona Martínez, reconoce que la delincuencia en Michoacán continúa activa con células de Los Viagras, El Cenizo y El Chanda disputando territorios
A pesar de los avances que el Gobierno de Michoacán presume en el combate a la inseguridad, autoridades de primer nivel reconocen que la delincuencia en Michoacán sigue activa y con capacidad de retar al Estado.
El secretario de Seguridad Pública, Juan Bernardo Corona Martínez, aceptó que grupos criminales buscan mantener su control en la entidad.
“Hay grupos que quieren seguir haciendo de las suyas (…) y hay que cerrarle el paso a la delincuencia”, expresó al admitir los desafíos que enfrenta la actual estrategia.
De manera coincidente, el entonces procurador, José Martín Godoy Castro, señaló que organizaciones ligadas a Los Viagras, así como las facciones de El Cenizo, El Tena y El Chanda, continúan en pugna por territorios, especialmente en la zona limítrofe del estado.
“Son los mismos, hoy con un nombre y mañana con otro, pero la raíz es la misma”, aseguró al describir la constante recomposición de los cárteles.
Sin embargo, los hechos contradicen los mensajes de estabilidad difundidos por el Gobierno de Michoacán. Prueba de ello fue el hallazgo reciente de seis cabezas humanas en el municipio de Jiquilpan, suceso que evidencia la crudeza de la violencia en distintos puntos de la entidad.
Aunque las autoridades prometen redoblar esfuerzos y plantean un escenario “más tranquilo” rumbo a los próximos años, la realidad evidencia que la delincuencia en Michoacán mantiene su fuerza y capacidad operativa. Para especialistas en seguridad, los signos dejan claro que la disputa entre grupos criminales seguirá marcando la vida pública del estado.