Foto: Javier Paredes

Muchas son las voces que defienden la relección y que con los mismos argumentos aseguran que al no adoptarla se puede considerar como una infracción a la auténtica democracia, dado que todos los países latinoamericanos, a excepción de Costa Rica ya cuentan con la reelección inmediata.

Solo que no se toma en consideración que esta valoración es aplicable a democracias totalmente consolidadas y avanzadas. La gran mayoría de las democracias latinoamericanas cuentas con otra figura que también es democrática como es la revocación de mandato. En Movimiento Ciudadano consideramos que la reelección es una vacilada, si esta no va acompañada de este mecanismo democrático que si le da poder al ciudadano de castigar a aquel servidor público que no cumpla cabalmente con su función. Al final las dos se convierten en figuras complementarias, por un lado, la reelección permite la profesionalización de quien ocupa un cargo de elección popular y por la otra, la Revocación de Mandato, permite castigar a quienes actúan a espaldas de ese mandato popular.

Seamos realistas, en las democracias latinoamericanas funciona la reelección porque existen mecanismos de control, de evaluación y de castigo para aquellos servidores públicos que realizan actos fuera de la ley y que no cumplen con la responsabilidad de su encargo, por simple que parezca en esas democracias existe remoción de cargos inclusive por cosas tan sencillas como el plagio de una tesis.

Los argumentos que se establecen para el caso que nos ocupa son muy ambiguos y son los mismos que todos utilizan:

I. La reelección fortalecería la responsabilidad de los legisladores y Ayuntamientos; Se asevera que la reelección inmediata, otorgaría mayor responsabilidad en el trabajo.

El sentido de responsabilidad no debe medirse de acuerdo al número años en el mismo cargo de elección popular, la responsabilidad se encuentra prevista en la Constitución y en la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos y es aplicable desde el primer día que toman posesión del cargo.

II. La reelección inmediata contribuiría a la profesionalización de los servidores públicos; Se sostiene que un cargo de elección popular requiere de un conocimiento profesional del medio y experiencia, misma que no se puede adquirir en un solo periodo.

Ciertamente la complejidad del servicio público tanto en el ámbito legislativo como en la administración pública municipal es evidente, pero los partidos políticos tenemos la enorme responsabilidad de postular a los mejores perfiles y de brindarles las herramientas necesarias para su capacitación permanente.

La reelección inmediata no asegura la profesionalización, los institutos políticos sí. Una de las críticas más sentidas de los ciudadanos contra la reelección inmediata es el hecho de pagarles sumas muy elevadas a los servidores públicos para que estos aprendan su función.

Por otra parte, no debemos perder de vista, que sí se permitía la reelección, solo que no de forma inmediata, tenemos casos de alcaldes y legisladores que han ocupado en más de una ocasión el mismo cargo, lo que supondría que con esto existiría ya la profesionalización, lamentablemente en la mayoría de los casos no es así. ¿Entonces como creer que uno de los fines de la reelección es la experiencia o la profesionalización?

III. Habría una relación más cercana entre los electores y quienes obtuvieron el cargo de elección popular;

Esto además de ser una responsabilidad, la realidad es que más que mantener una relación con sus representados, seguirán rindiendo cuentas a sus partidos, ya que no hay que perder de vista que para poder obtener la reelección, necesitan el aval de su partido o en su caso de los partidos de la coalición que los postulo para ser candidatos. Lo mismo sucede en el caso de los legisladores de representación proporcional. La gran mayoría de los ciudadanos no conocen el nombre de su diputado, mucho menos su trabajo legislativo.

Se argumenta reiteradamente que mediante la reelección, LOS REPRESENTANTES RENDIRÁN CUENTAS A SUS REPRESENTADOS, pues los electores podrán premiar o castigar personalmente con su voto a los buenos o malos servidores públicos, no es necesario que los ciudadanos esperen cada 3 años para castigar un mal desempeño, la revocación de mandato es un mecanismo que puede ser utilizado justo a la mitad del periodo para el que fueron electos.

Insisto, es lamentable que se pretenda vender la idea de que solo por medio de la reelección se podrá tener transparencia y rendición de cuentas, esa es una obligación establecida en la ley y es aplicable para cualquier servidor público que ocupe un cargo o puesto público por pocos días o por varios años.

Continuaremos en el status quo, seguiremos con representantes que respondan a los intereses de los partidos políticos y no al juicio de los ciudadanos, la reelección no castiga el mal desempeño de un servidor público, la revocación de mandato sí. Y para muestra basta recordar que hemos tenido en muchos casos pésimos alcaldes y legisladores que aún y con nulos resultados han obtenido otro cargo de elección popular. Hoy lamentablemente la gran mayoría de los procesos electorales se ganan al billetazo y no necesariamente por un buen desempeño de labores. No olvidemos que lo que está en juego es el poder mismo, y para conservarlo los hombres están dispuestos a todo.
Hablemos claro; la reelección significa la ocupación de los espacios legislativos y presidencias municipales sin la posibilidad electoral de renovarlos, debemos apostarle al relevo generacional, los ciudadanos ya estamos cansados que en todos los procesos electorales, los candidatos de los partidos tradicionales sean los mismos.

SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN, ES UNA CONSIGNA QUE AÚN APARECE EN LA PAPELERÍA OFICIAL Y QUE PERMANECE EN EL ÁNIMO COLECTIVO, POR EL RECHAZO DE QUE LOS POLÍTICOS SE PERPETUEN EN EL PODER.