Consejo Consultivo de CNDH
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Las y los integrantes del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), renunciaron a sus cargos

Ciudad de México.- Por unanimidad, renunciaron las y los integrantes del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), ante las condiciones que, consideran, hacen inviable su labor.

Son Tania Espinoza Sánchez, Adalberto Méndez López, Bernardo Romero Vázquez, Jorge Alejandro Saavedra López, Ángel Trinidad Saldívar y Georgina Diédhiou Bello, quienes notificaron la decisión colectiva por medio de un oficio dirigido a las presidentas de la Mesa Directiva y de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera y Kenia López Rabadán.

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En el documento informaron que, pese a las disposiciones de la legislación en la materia sobre conformar un organismo asesor de la CNDH que establezca los lineamientos generales de actuación, la labor que desempeñaron durante dos años ha sido desdeñada reiteradamente por la misma presidenta de la Comisión, María del Rosario Ibarra de Piedra, al aducir que la ley no la obliga a aceptar ninguno de los consejos que formularon.

Asimismo, señalaron, ha obstaculizado su trabajo al extremo de ignorarles por completo, amenazarles y calumniarles, utilizando para ello los recursos, plantilla laboral y los medios de la CNDH, inclusive las redes sociales institucionales.

El texto revela que las diferencias fueron desde simples interpretaciones a procedimientos internos, tales como el significado del quórum, la mayoría de votos, el conflicto de intereses en la contratación de personal, hasta negarles facultades para hacer una sencilla modificación al orden del día de las sesiones del cuerpo colegiado al que pertenecían hasta este lunes.

“Casos extremos han sido la no emisión de recomendaciones generales, que pareciera haber sido para no incorporar nuestras observaciones, así como la publicación de posicionamientos públicos sobre los derechos humanos donde la Presidenta decide manifestarse exactamente en sentido contrario a lo unánimemente aconsejado, o incluso, desatender resoluciones adoptadas por la mayoría del Consejo, en asuntos de su competencia exclusiva”, aseveraron.

Finalmente, aclararon que no recibieron salario ni remuneración económica o en especie a cambio de sus servicios, y que pagaron su propia transportación local, nacional e internacional para asistir a las reuniones ordinarias y extraordinarias, sólo por el honor, la responsabilidad y el compromiso personal de servir a la causa de las víctimas de México.

“Sin embargo, un órgano que debiera ser autónomo – la CNDH-, pareciera estar atendiendo a intereses diversos a los de la defensa y protección de los derechos humanos, (…) y considerando que nuestra presencia parece solamente legitimar algunas arbitrariedades, interpretaciones sesgadas y decisiones unilaterales (…), decidimos de manera unánime renunciar a este honroso cargo”, concluyeron en el escrito.