prevén riesgo fiscal para Pemex para próximo gobierno federal
Foto. Internet

El futuro gobierno federal enfrentaría un mayor riesgo fiscal de Pemex

Ciudad de México.-A pesar de recibir respaldo económico del estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) se perfila como el principal desafío fiscal para el futuro gobierno, según declaraciones de Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America Securities para México y Canadá.

Durante una conferencia de prensa, Capistrán señaló la influencia de Pemex en la calificación crediticia del país, lo que podría complicar su capacidad de obtener financiamiento en el futuro.

“Pemex tenía un grado de inversión por las calificadoras hace algunos años, pero ya lo perdió, y ahora hay que tener mucho cuidado, porque si el gobierno federal continúa mandando dinero, el riesgo es que Pemex te arrastre y que entonces México también empiece a bajar su calificación”.

Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America Securities para México y Canadá

El economista enfatizó que la deuda de Pemex representa un riesgo significativo para las finanzas del país, que podría escalar a un problema mayor para la economía de México si no se gestiona adecuadamente por la siguiente administración.

Bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador, la empresa estatal ha recibido apoyo gubernamental con la intención de fortalecer la soberanía energética de la nación.

El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas ha calculado que, desde 2019 hasta 2023, el gobierno ha destinado aproximadamente 1.4 billones de pesos en ayuda a Pemex, mediante disminuciones fiscales y aportaciones de capital.

Sin embargo, al finalizar el tercer trimestre del año anterior, la deuda de la petrolera ascendía a más de 1.86 billones de pesos, y se prevé un incremento si la producción de petróleo no se vuelve rentable en el futuro.

Recientemente, Moody’s bajó la calificación de Pemex a “B3” de “B1”, con una perspectiva negativa, ante la posibilidad de que la empresa enfrente mayores desafíos financieros a corto plazo.

Este ajuste por parte de Moody’s coloca a Pemex a un nivel de caer en la categoría de ‘riesgo sustancial’, término utilizado para describir a entidades con serias dificultades financieras.

La agencia también mencionó la falta de estrategias o acciones concretas en relación a los riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo como una de las razones para el recorte de la calificación.