Robo de copón con formas sagradas en capilla de Pátzcuaro; Iglesia acusa sacrilegio
La comunidad de San Bartolomé Pareo, perteneciente a la parroquia de San Pedro Pareo, en Pátzcuaro, enfrenta un profundo dolor tras el robo en la capilla del Hospital de la Purísima Concepción.
Entre los objetos sustraídos se encuentra un copón que contenía las formas consagradas, consideradas por los fieles como el cuerpo de Cristo, hecho que ha sido calificado como un grave sacrilegio.
El incidente ocurrió entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, justo al inicio de la novena en honor a San Juan Diego, patrón de la parroquia.
Los responsables forzaron el sagrario para sustraer el copón, además de llevarse equipo de sonido, una consola amplificadora y una bocina.
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El copón es un recipiente litúrgico de alto valor tanto espiritual como material, ya que se utiliza para guardar y trasladar las hostias consagradas, consideradas por la Iglesia católica como la presencia real de Cristo.
Su diseño, habitualmente en oro o plata, puede alcanzar precios que oscilan entre los 10 mil y 50 mil pesos, dependiendo de su antigüedad y calidad.
Los responsables forzaron el sagrario para sustraer el copón, además de llevarse equipo de sonido, una consola amplificadora y una bocina | Foto: Parroquia de San Pedro Pareo.
Seguridad en los lugares de culto
El padre Hugo Ramírez García, párroco de San Pedro Pareo, lamentó profundamente los hechos, invitando a la comunidad a reforzar la seguridad en los lugares de culto y a estar atentos ante posibles intentos de venta del copón robado.
“Confiando en la misericordia de Dios, intensifiquemos nuestras oraciones de desagravio por quienes cometieron este acto y por esta comunidad golpeada en su fe”, expresó en un comunicado.
Este tipo de sucesos, además de generar indignación, evidencian la necesidad de proteger los templos, que en muchas comunidades no cuentan con medidas de seguridad adecuadas.
La parroquia ha convocado a los fieles a unirse en oración y mantener la vigilancia para evitar que se repitan este tipo de delitos que hieren profundamente la espiritualidad de los creyentes.