El Senado de Estados Unidos (EU) aprueba el plan fiscal de Trump, que incluye un impuesto a las remesas, y vuelve a la Cámara Baja para revisión final.
Ciudad de México.-El Senado de Estados Unidos ha aprobado, por un estrecho margen, el controvertido plan fiscal y presupuestario del presidente Donald Trump. Ahora, el proyecto vuelve a la Cámara de Representantes para su revisión y votación final, con la presión de presentarlo al presidente para su firma antes del 4 de julio.
El vicepresidente JD Vance desatascó el proceso de votación, que duró más de 24 horas, con un desempate (51-50), evidenciando las divisiones dentro del Partido Republicano sobre el plan fiscal. Tres senadores republicanos votaron en contra del proyecto, que busca extender los recortes del primer mandato de Trump, imponer restricciones al gasto público y aumentar los fondos para defensa y control migratorio.
Los 45 legisladores demócratas y tres independientes también se opusieron a la ley, que, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), añadiría 3.3 billones de dólares a la deuda pública en una década, superando el cálculo de 2.4 billones de la versión previa aprobada por la Cámara Baja el 22 de mayo.
El aumento del déficit fue un obstáculo clave para la propuesta entre los conservadores del partido, lo que podría retrasar su aprobación en la Cámara de Representantes. El alto costo de la legislación enfrentó a Trump con Elon Musk, quien criticó a los congresistas que votaron a favor de incrementar la deuda.
Un grupo de senadores republicanos moderados expresó su preocupación por los recortes a Medicaid y al programa SNAP, y el impacto de estas medidas en sus comunidades. Durante la sesión, que se prolongó hasta el mediodía, se llevaron a cabo 45 votaciones consecutivas en un proceso histórico conocido como ‘vote-a-rama’.
Durante las votaciones, se debatieron diversas disposiciones del proyecto, incluyendo la eliminación de una medida que habría impedido a los estados regular la Inteligencia Artificial. En cuanto al impuesto a las remesas, el último borrador redujo la tasa del 3.5% al 1%.
El proyecto regresa ahora a la Cámara de Representantes, con una estrecha mayoría republicana, para revisar los cambios aprobados y trabajar contrarreloj para cumplir el plazo del 4 de julio, Día de la Independencia de EE.UU., impuesto por Trump para la firma de la ley.