simulación en el gobierno federal
Jorge Álvarez Banderas, columnista. Foto: Cortesía

Aparentar aspectos ajenos a la realidad, forma cada día parte de la vida de los mexicanos, observamos que la alteración aparente de la causa, la índole o el objeto verdadero de un acto, no es más que una farsa, artimaña o jugarreta para no acatar por parte de diversas autoridades en los tres niveles de gobierno, principios jurídicos aplicables en un estado de derecho.

El suplicio de los familiares de una persona enferma, frente a las instituciones de salud pública para obtener el medicamento derivado del tratamiento médico aplicable es angustiante, la omisión de este tipo por parte de autoridades, que no acatan mandatos judiciales ya es cosa de todos los días.

El desacato por parte de las autoridades encargadas de la organización y ejecución de la próxima elección de impartidores de justicia en la nación forma parte ya de un acto de mimodrama nacional sin consecuencia alguna; emitir acuerdos contrarios a derecho, se está volviendo costumbre por parte de los diversos poderes ejecutivos en la nación; la omisión de atender las peticiones que se formulan por parte de los gobernados a las autoridades ya es una tradición consuetudinaria.

Es parte de la simulación pensar que, la culpa de una debida impartición de justicia se encuentra en los Poderes Judiciales Federal y Estatales, sin considerar parte de dicha imputación a las Fiscalías Federal y locales. La simulación no es privativa de los poderes de la nación, también la encontramos en las instituciones educativas de nivel superior e incluso en organismos de representación sindical, donde algunas personas buscan su provecho personal o de grupo, frente a las necesidades generales de la colectividad, dictando o tomando decisiones con fines políticos y no académicos o gremiales.

Hoy la clase política en el poder, perteneciente al partido hegemónico vigente, al ignorar o minimizar su verdadera función frente a la sociedad, hace de nuestra nación un estado fallido; la simulación como transgresión debe sufrir la sanción del orden jurídico, la gran dificultad no es la imposición de sanciones, sino una vez impuestas poder ejecutarlas; cuándo esto último sea una condición generalizada, habremos perdido a la nación. Quién oculta la verdad, la teme, porque la verdad vence todo; sin justicia no se puede vivir. @lvarezbanderas

**Los comentarios de la columna opinión son responsabilidad de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de contramuro.com