Jannik Sinner avanza a cuartos de final en Wimbledon tras la retirada de Grigor Dimitrov por lesión en un emocionante partido.
El búlgaro No. 19 del ranking ATP tenía dominado y con ventaja de los dos primeros set’s sobre el italiano, pero una lesión obligó a Grigor a retirarse Grigor Dimitrov tenía contra las cuerdas al número uno del mundo de la ATP, el italiano Jannik Sinner que estaba un set de ser eliminado de Wimbledon 2025 en los octavos de final. Todo parecía del derrumbe de Sinner pero el tercer set, el búlgaro Dimitrov no pudo más y por una lesión tuvo que abandonar el partido que tenía a su favor 3-6, 5-7 y 2-2.
El búlgaro de 34 años, No. 19 del ranking ATP tenía dominado a un número del mundo que durante todo el partido no logró contrarrestar el juego agresivo y de poder y en el que quizás hubiera perdido, sino es por la lesión en el pecho de Dimitrov.
Grigor estaba jugando un partido perfecto y dominando a Jannik Sinner por 6-3, 7-5 y 2-2, pero la vida, a veces, es así de cruel. De esta manera, el número uno del mundo, que estaba tocado del codo tras una caída en el primer juego del partido, se salvó de una situación en la que estuvo con un pie y medio fuera del Gran Slam londinense. No tenía nada que celebrar Sinner, que deberá recuperarse lo antes posible ante de su duelo de cuartos de final ante Ben Shelton.
El búlgaro sorprendió a todos con su tenis, rompiendo el servicio de Sinner y colocándose con 3-0 en ventaja desde el primero que ya no soltó. Con un saque muy efectivo y con su toque de magia encontró la forma de hacerle daño al italiano, que por primera vez en el torneo se vio exigido.
Dimitrov ganó el primero 3-6, luego 5-7 el segundo y para el tercer set seguía en lo suyo, muy cerca de conseguir su objetivo.
Pero, de repente, lo peor ocurrió. En un saque abierto que colocaba el 2-2, el búlgaro se lesionó el pectoral y la Cancha Central de Wimbledon entró en un silencio descomunal. La suerte volvía a cebarse con el pobre Grigor, que entre lágrimas y con el apoyo de Sinner, se vio obligado a retirarse en un partido en el que estaba rozando la perfección para hacerse con una de las victorias de su vida. Mientras que al número uno del mundo, la lesión de su oponente, lo salvó por ahora de la crítica.