La NOAA advierte sobre una tormenta solar severa que impactará la Tierra, con posibles auroras y riesgos de apagones.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha emitido una alerta por una tormenta solar severa que afectará a la Tierra este 1 y 2 de junio.
Este fenómeno podría provocar la aparición de auroras en zonas no habituales, alejadas de los polos.
La causa es una eyección de masa coronal (CME, por su sigla en inglés), una oleada de radiación que proviene de una llamarada solar ocurrida la noche del viernes pasado.
Las erupciones solares se han vuelto más frecuentes últimamente, ya que el Sol se encuentra en su fase de máxima actividad dentro de su ciclo de 11 años.
En algunos casos, estas erupciones se acompañan de una CME que puede dirigirse hacia la Tierra, como está ocurriendo ahora.
Al llegar, la CME, que contiene millones de toneladas de plasma cargado con el campo magnético solar, crea una onda de choque que afecta el campo magnético terrestre.

Tormenta solar severa
Los satélites en órbita son los primeros en sentir el impacto de esta onda de choque, ya que sus componentes electrónicos están en riesgo por las partículas cargadas del Sol.
Por esta razón, las compañías suelen apagar los sistemas principales de sus satélites cuando se emiten estas alertas.
La interacción entre las partículas solares y los gases de la atmósfera en los polos genera auroras.
Sin embargo, una tormenta solar intensa, también conocida como tormenta geomagnética, puede hacer que estos espectáculos sean visibles en latitudes más bajas, incluso en grandes ciudades.
Aunque la vida en la superficie está protegida por la capa de ozono, una tormenta solar severa o extrema puede causar corrientes inducidas que dañen los transformadores, provocando apagones como los que ocurrieron en Canadá y Suecia en el pasado.