El tradicional discurso que cada 21 de mayo realizan ante el Congreso Nacional los presidentes de Chile, este 2016 ha quedado en un segundo plano por el vandalismo sin control en las calles de Valparaíso, a unos 100 kilómetros de Santiago de Chile. A la misma hora que Michelle Bachelet realizaba su cuenta pública en el Parlamento, con sede en el puerto, delincuentes y grupos antisistema han provocado incendios y graves destrozos en distintos lugares de la ciudad, causando la muerte de un trabajador. Eduardo Lara, un hombre de 71 años que se desempañaba como guardia de seguridad en un edificio del Concejo Municipal, ha fallecido asfixiado en uno de los edificios públicos atacados por encapuchados.

“La presidente Bachelet expresa su más profundo pesar por la muerte de Eduardo Lara y condena la violencia de quienes no respetan la democracia. Con su actuar han terminado con la vida de un trabajador de nuestra Patria”, ha señalado la Presidencia a través de Twitter. El portavoz del Gobierno, Marcelo Díaz, ha anunciado que el Ejecutivo interpondrá las acciones legales correspondientes contra quienes resulten responsables de la muerte del trabajador que se desempeñaba hace 20 años en el municipio. Pese a los intentos de bomberos, que lo sacaron con vida del lugar, Lara murió a los pocos minutos de su rescate camino al hospital.

El fiscal regional de Valparaíso, Cristian Andrade, señaló que se configura el delito de incendio con resultado de muerte y que hasta esta hora no se han notificado detenidos por estos hechos. De acuerdo al reporte de los medios de comunicación locales, el trabajador se hallaba encerrado con llave en el edificio del Concejo Municipal, que quedó totalmente destruido por las llamas.

El 21 de mayo, el país sudamericano conmemora el Combate Naval de Iquique de 1879, una de las batallas de la Guerra del Pacífico que enfrentó a Chile contra Perú y Bolivia. Declarado festivo, la fecha se hace coincidir con la cuenta pública anual de los presidentes ante el Congreso, instalado en el puerto desde el retorno a la democracia, a comienzos de los años noventa. Como se trata de un hito republicano donde los mandatarios hacen un recuento de sus logros y plantean sus desafíos, tradicionalmente el discurso está marcado por las protestas de diversos grupos que salen a las calles para expresar públicamente sus demandas.

En los últimos años, sin embargo, la violencia gana protagonismo ante las manifestaciones populares. Delincuentes encapuchados atacan la propiedad pública y privada, provocan incendios, saquean el comercio y las calles de la ciudad de Valparaíso, Patrimonio de la Humanidad, se transforman en un campo de batalla entre los delincuentes y las fuerzas policiales. Las autoridades, tensionadas entre castigar los hechos y no vulnerar los derechos de quienes se manifiestan, no han sido capaces de hallar una fórmula que termine de una vez con el vandalismo de cada 21 de mayo.

En la mitad de su mandato de cuatro años, que finaliza en marzo de 2018, la presidente Bachelet defendió en su discurso la agenda de reformas que ha llevado a cabo en su segunda Administración. “Entiendo a los que sienten temor frente a los cambios, es normal. Es cierto que la desaceleración de nuestra economía y la pérdida de confianza en la política traen incertidumbres. Pero este no es un argumento para paralizarse: si no hacemos los cambios todos juntos y ahora, las tensiones y obstáculos crecerán y frustraremos nuestra oportunidad de progreso”, indicó Bachelet en una intervención que ha sido transmitida por televisión. “Debemos confiar en Chile y sus ciudadanos, este es un país maduro y sensato. Nadie está dispuesto a arriesgar lo que ha costado tanto conseguir”, agregó la socialista en su discurso de una hora y media.

En una cuenta pública que no ha tenido grandes anuncios, Bachelet dio por concluida la llamada “obra gruesa” de su Administración. La mandataria defendió el proceso constituyente impulsado por el Gobierno y señaló que cerca de 60.000 personas han participado de la discusión para una reemplazar la Constitución vigente de 1980. Con respecto a la educación, uno de los pilares de su mandato, la Jefa de Estado terminó de aclarar que la gratuidad universitaria beneficiará a un 60% de los estudiantes al finalizar su Gobierno, y no al 70% como señalaba su programa. Una de las medidas que ha causado mayor apoyo de distintos sectores políticos, la presidente indicó que este segundo semestre de 2016 el Ejecutivo enviará al Parlamento un proyecto de ley para la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Sobre la violencia machista, la Jefa de Estado condenó el ataque que sufrió hace una semana una mujer en la ciudad de Coyhaique, en el extremo sur de Chile, a quien le sacaron los ojos. “Para enfrentar este flagelo en toda su complejidad, modificaremos la actual legislación de violencia intrafamiliar, para actualizar su contenido, aumentar las penas, y ampliar la concepción de violencia contra las mujeres que ocurre en otros espacios, más allá de la relación de pareja o la familia”, señaló la presidente. Bachelet también anunció que el Ejecutivo creará un mecanismo solidario para las madres y padres trabajadores en caso que sus hijos e hijas menores de 15 años sufran un accidente o enfermedad grave y de alto riesgo vital.