Sigue venta de chatarra afuera de escuelas en Morelia, pese a prohibición nacional
A pesar de las campañas educativas y las reformas legales impulsadas por el gobierno federal. Foto: Dalia Villegas Moreno.

La venta de comida chatarra persiste afuera de escuelas en Morelia, desafiando las prohibiciones y esfuerzos por reducir la obesidad infantil.

Morelia, Michoacán.-Aunque la normativa federal prohíbe desde hace meses la venta de comida chatarra al interior de las escuelas de nivel básico, en Morelia persiste la comercialización de productos chatarra justo afuera de los planteles, especialmente en horarios de entrada y salida.

En distintos puntos de la ciudad, se observa la presencia de puestos ambulantes que ofrecen frituras, dulces, golosinas y bebidas azucaradas a estudiantes, desafiando los esfuerzos institucionales para reducir los índices de obesidad infantil.

La situación se mantiene a pesar de las disposiciones establecidas en la Ley General de Educación, que ordena a las escuelas promover entornos saludables y restringe la oferta de productos con alto contenido calórico.

De acuerdo con los lineamientos nacionales, las cooperativas escolares y concesionarios deben ofrecer únicamente alimentos naturales o mínimamente procesados, como frutas, verduras y agua simple.

Sin embargo, la normativa no tiene alcance fuera del perímetro escolar, donde los gobiernos locales tienen competencias limitadas para sancionar o reubicar a vendedores ambulantes.

En el caso de Morelia, las autoridades municipales han reconocido que aún operan varias decenas de comerciantes informales afuera de las escuelas, a pesar de los intentos por retirarlos.

Mientras tanto, los niños continúan accediendo sin restricciones a botanas empaquetadas y refrescos a la vista de docentes, madres, padres y personal de vigilancia.

México enfrenta una crisis de salud pública relacionada con el sobrepeso y la obesidad infantil.

Diversas estimaciones oficiales advierten que más del 35 por ciento de la población escolar presenta exceso de peso, lo que incrementa los riesgos de enfermedades crónicas desde edades tempranas.

A pesar de las campañas educativas y las reformas legales impulsadas por el gobierno federal, la persistencia de estos puntos de venta fuera de las escuelas debilita la estrategia nacional.

Para avanzar en la protección de la salud infantil, especialistas y colectivos sociales han señalado la necesidad de reforzar la vigilancia en la vía pública, ampliar la coordinación entre autoridades federales y municipales, y promover entornos alimentarios saludables más allá del interior de los planteles educativos.