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La carrera para conseguir el apoyo ciudadano que les permita a todos quienes se registraron como aspirantes a una candidatura independientes para las elecciones del 2018, se puede resumir en una palabra: viacrucis; es decir, en un camino complejo, lleno más de tormento y sufrimiento que de alegría o de una verdadera fiesta ciudadana en pos de la democracia directa.

Las candidaturas independientes son el pequeño espacio que tenemos los ciudadanos para llevar a otros ciudadanos de a pie para que se conviertan en nuestra voz y nuestros oídos en los espacios consagrados al debate democrático o al gobierno legitimado desde la trinchera de una ciudadanía que cada día reclama más espacios para dotar de una nueva dosis de frescura el quehacer público y gubernamental.

Sin embargo, el diseño institucional que está previsto en nuestra legislación electoral, hace muy difícil que las candidaturas independientes sean una opción real de competencia política. Las reglas del juego, como dirían los neoinstitucionalistas, marcan la diferencia. Vaya que no es fácil querer ser un candidato independiente en las condiciones actuales.  Los factores reales que limitan esta opción son los “candados” de origen, las “trabas” técnicas y la falta de una “voluntad” conjunta. ¿A qué me refiero con ello?

En primer lugar, los candados de origen son todas aquellas limitaciones que desde el origen mismo de la reforma política de 2014, como por ejemplo el aumento del 2 al 3% de los votos necesarios que debe obtener un partido político, en un proceso electoral, para conservar su registro; o, el número de firmas de la lista nominal de electores que deben conseguir los aspirantes a candidatos independientes para acreditar el apoyo ciudadano: 1% para los que aspiren a la presidencia y 2% para los que aspiren a diputados federales o senadores.

El segundo bloque de limitaciones son las trabas técnicas como es el caso de la aplicación utilizada por el INE, el árbitro de árbitros, que para ojos de todos los aspirantes a candidatos independientes ha resultado un obstáculo más que una ayuda. Aunado a ello, el INE debe verificar que las firmas recabas sean verídicas y no se repitan, por aquello de los votantes fantasmas o aquellos venidos del más allá a dar su apoyo de último momento. En este sentido, el tiempo y los plazos para recabar y verificar las firmas parecen no ser suficientes o los más convenientes para que se cumpla con este requisito fatalista.

En cuanto a las limitaciones de voluntad conjunta, las resumiría como el problema de conseguir un tipo de acción colectiva, es decir, una incapacidad propia de ponernos de acuerdo para conseguir un bien colectivo mayor a costa de nuestro beneficio personal o individualista. El reto sería que varios aspirantes se unieran para llevar a uno o dos o los que resulten a acceder a la candidatura independiente. Pero seguimos con la lógica, primero yo y luego yo.

Me detengo en este punto para revisar un poco los números que presenta el INE en su página oficial respecto al avance en la consecución de las firmas. En el caso de los aspirantes a la presidencia los que llevan mano son Margarita Zavala (72,746 firmas = 8.4%), Jaime Heliodoro Rodriguez  “El Bronco” (64,885 firmas = 7.5%), Ma. de Jesús Patricio (22,340 = 2.6%), Armando Ríos Piter (16,240 firmas = 1.9%) y Pedro Ferriz De Con (13,555 firmas = 1.6%); es decir, que estos 5 aspirantes llevan en conjunto sólo el 21.9% de las firmas requeridas., mientras que los 43 restantes no superan todos juntos ni el 1%. Por lo que a 23 días de haber iniciado con este proceso, los 48 aspirantes acumulan todos el 22.7%.

En el caso de los aspirantes a una candidatura independiente para el Senado, los que encabezan las carreras son José Pedro Kumamoto de Jalisco con 115,443 firmas (20.4% de las requeridas), Manuel Jesús Clouthier de Sinaloa con 41,610 (18.3%) y Pablo Abner Salazar Mendiguchía de Chiapas con 68,336 firmas (16.1%), mientras que los 51 aspirantes restantes no llegan al 10% de las firmas requeridas; y, de estos últimos 34 no llegan ni al 1%. En este sentido, el escenario no es muy alentador. Por ejemplo, en esta modalidad hay 9 aspirantes registrados en la Ciudad de México, los cuales en su conjunto representan el 1.5% de las firmas requeridas, desde esta perspectiva resultaría más atractivo unir esfuerzos y apoyarse los unos a los otros para que por lo menos uno fuera una opción ciudadana real de competencia; en el caso de Nuevo León, hay 5 aspirantes con el 11.1%; en Tlaxcala hay 5 aspirantes con el 9.2%.

Para el caso de los aspirantes a llegar al Palacio de San Lázaro, se tienen 13 aspirantes que rebasan el umbral del 50%, siendo los caso de Ángel Alberto Barroso Correa de Nuevo León con 4,896 firmas (84.2% de las requeridas), Iván Antonio Perez Ruiz de Chihuahua con 4,481 firmas (80.0%) y Antonio Illescas Marín de Veracruz con 4,534 firmas (73.1%), los que parecen más firmes en conseguir la acreditación para estar en las boletas de julio de 2018. Mientras que 112 de 182 aspirantes no llevan más del 10% de las firmas requeridas, es decir, el 61% de los que se anotaron. Por ejemplo, en el caso de Nuevo León con 18 aspirantes en 12 distritos, se tendría un 354% de las firmas requeridas, pero si se distribuye en el respectivo distrito de cada aspirante, el margen es mucho menor; y, en el caso de la Ciudad de México con 32 aspirantes en 24 distritos, se tendría un 367% de las firmas requeridas.

Veremos si les alcanza el tiempo, la cuenta regresiva sigue contando: 97 días para los aspirantes a la presidencia (12 de febrero de 2018), 68 días para los aspirantes a la Senaduría (14 de enero de 2018) y 33 días para las Diputaciones Federales (10 de diciembre de 2017). Mi argumento de fondo es que ante los candados y las trabas técnicas, un poco de voluntad, traducida en acción colectiva aplicada, podría ser una opción para futuras candidaturas ciudadanas, más aún, sí pensamos en un frente ciudadano que supere los problemas de la dispersión, la apatía y la guerra de todos contra todos para el 2018.

Ernesto Navarro.

ernesto_unam@yahoo.com.mx

 Fuentes:

http://www.ine.mx/candidaturasindependientes/