Aprovechando que es lunes, pensamos que era hora de otra dosis de “esto sólo sucede en Rusia”. Para esto, utilizaremos la increíble anécdota de un hombre que escapó de su celda, tan sólo usando como herramienta su delgada complexión física.
Todo comienza cuando sal sur de Russia, acusan por robo a un hombre de 25 años, llamado Rustam Shakhrutdinov, y como era de esperarse, fue a dar al tambo. Pero Rustam aseguraba ser inocente, por lo que no decidió que no se quedaría ahí si él no había robado nada.
Las cosas adquieren el “factor Rusia” cuando decide fugarse de su celda, ya que su medio de escape resultó ser nada menos que la pequeña ventana por donde se entrega el alimento a los presos. ¿Cómo es que puede lograr tal cosa? Bueno, tendremos que mostrarles la grabación de la fuga; ustedes mismos sabrán si es posible o no al final.
Gracias a su asombroso poder mutante talento, Rustam se ganó el apodo de “hombre serpiente”. Sobre si volvieron a atraparlo o no, es todavía un misterio, pero algo de lo que podemos estar seguros es de que Houdini debe estar revolcándose en su tumba.
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