Baja la violencia percibida, pero persisten conflictos y conductas antisociales en México
Imagen Ilustrativa / Foto: Instituto de Ciencias Hegel

Aunque la violencia percibida baja en México, los conflictos vecinales y conductas antisociales persisten, según la ENSU del INEGI.

Morelia, Michoacán.- La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, correspondiente al tercer trimestre de 2025, revela que 34.3 por ciento de la población mexicana declaró haber tenido conflictos o enfrentamientos con familiares, vecinales o con autoridades, cifra ligeramente menor al 35.4 por ciento del trimestre anterior.

En el caso de Michoacán, Morelia encabeza la lista con un porcentaje fue de 33.8, seguido de Uruapan, con 27.9, y en Lázaro Cárdenas con un 21.7 por ciento.

Los mayores niveles de conflicto se registraron en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, con 61.6 por ciento, y los menores en Ciudad Obregón, en el estado de Sonora, con 5.3 por ciento.

El 72.6 por ciento de los conflictos tuvo lugar entre vecinas y vecinos, mientras que 33.1 por ciento fueron con personas desconocidas.

Entre las causas más comunes de los enfrentamientos, el 12.6 por ciento de las mujeres los atribuyó a la basura tirada o quemada por otras personas y el 12.1 por ciento a problemas de estacionamiento. En el caso de los hombres, los porcentajes fueron de 11.7 y 12.4, respectivamente.

Violencia percibida baja en México

La encuesta también reporta una disminución en la atestiguación de conductas delictivas en el entorno, ya que el 58.2 por ciento observó consumo de alcohol en la vía pública; 47.6 por ciento, robos o asaltos; 39.9 por ciento, venta o consumo de drogas, y 34.8 por ciento, disparos frecuentes. Todas estas categorías mostraron descensos respecto al trimestre anterior.

Aun así, la persistencia de estas conductas evidencia un entorno urbano donde la violencia y la incivilidad continúan normalizadas.

Para el INEGI, los datos reflejan que las tensiones sociales y la percepción del riesgo se mantienen como factores estructurales de la vida cotidiana.