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Mucho hemos escuchado en los últimos meses alzar la voz de cientos de mujeres que trabajan en el ámbito político sobre las diversas situaciones que se enfrentan constantemente al desempeñarse en este medio, estas acciones van desde malos tratos, criticas, poca injerencia y poca participación en puestos de responsabilidad y toma de decisión e inclusive se piensa que en este ámbito la mujer juega el papel de dama de compañía de algún político.

Y es que por mucho que se ha seguido luchando por un mundo más igualitario, es complicado cambiar un modelo educativo que hemos seguido durante siglos y que han estigmatizado el papel de la mujer como el de un objeto más de casa, un icono de belleza, de debilidad, sensibilidad y fragilidad, sin embargo a través del tiempo las mujeres han demostrado que están a la altura de cualquier otro hombre y que sin ningún problema puede ser partícipe de decisiones trascendentales y puede ejercer poder y liderazgo.

Pero como señalara Engels- “el poder, la violencia, no es más que el medio, mientras que la ventaja económica es el fin” y en la política “un político pobre es un pobre político” hablamos de empoderar a las mujeres pero sin recursos económicos.

La mayoría de las mujeres que buscan ser candidatas y ser partícipes de algún puesto de elección popular son colocadas por los partidos políticos de manera estratégica en municipios donde se sabe que no hay posibilidades de ganar, y de esta manera cumplir con la paridad de género que les marca la Ley actualmente.

Podemos decir que la violencia contra las mujeres constituye una gran violación hacia los derechos humanos, y es que durante años las mujeres han sido víctimas de actos discriminatorios.

Una de las violaciones graves en el ámbito político es percibir menos salarialmente hablando, a pesar de hacer la misma cantidad de horas y las mismas labores, solo por su condición de ser mujer.

Los usos y costumbres también marcan un estereotipo de mujer con características de sumisión, dedicada a su hogar, con poca o nula participación política, que solo tiene derecho a opinar sobre lo que se cocinara en casa ese día y un ejemplo claro son los dichos populares los dichos de “calladita se ve más bonita” “Tú como la escopeta, cargada y detrás de la puerta”.

Pero mucho hay también de mujeres ejerciendo violencia política entre ellas, menospreciando sus logros, creando rumores falsos, criticando sus participaciones, violentando sus derechos, poniendo en tela de juicio su capacidad al llegar a algún puesto de tomas de decisión

Se ha trabajado mucho por un reconocimiento pleno a sus derechos pero más aún por el respeto, la igualdad e inclusión de la mujer en todos los ámbitos.

¿Creerías que algún día una mujer pueda llegar a gobernar nuestro estado?