Explorando los beneficios ocultos en los efectos secundarios positivos de los fármacos.
A menudo, la preocupación por los efectos secundarios lleva a los pacientes a evitar tomar sus medicamentos prescritos. Estos efectos, aunque indeseables, pueden ocultar beneficios inesperados que superan las razones para no seguir un tratamiento.
La anticipación negativa, conocida como efecto nocebo, puede incrementar la incidencia de efectos secundarios. Es el contrapunto del efecto placebo, donde las expectativas no mejoran, sino que desencadenan efectos adversos.
Es clave estar informados sobre los efectos secundarios comunes sin magnificar el riesgo de sufrirlos. No todos los efectos secundarios son perjudiciales, algunos pueden tener un perfil positivo.
Robert H Shmerling, de Health Harvard Publishing, destaca la importancia de los ‘efectos secundarios beneficiosos’, un tema poco explorado. A través del tiempo, se han descubierto efectos secundarios que han dado lugar a nuevos usos terapéuticos para ciertos fármacos.
Por ejemplo, el minoxidil fue creado para la hipertensión y ahora se utiliza para la alopecia debido a su capacidad para promover el crecimiento del cabello. La difenhidramina, concebida para alergias y conocida por su efecto sedante, es utilizada para inducir el sueño, aunque su uso continuado puede elevar el riesgo de demencia.
El viagra, destinado originalmente a tratar la hipertensión y angina de pecho, encontró su lugar como tratamiento para la disfunción eréctil debido a sus efectos sobre la función sexual.
Hoy en día, la reutilización de medicamentos se ha convertido en una estrategia viable gracias al conocimiento de los efectos secundarios positivos. Así, un medicamento que reduce la sudoración puede ser investigado para el tratamiento de la hiperhidrosis.
Los ‘efectos secundarios negativos’ pueden tener, por tanto, un potencial transformador en el campo de la medicina.