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Foto. Cortesía

Michoacanos por generación espontánea

En el Instituto Nacional de Migración se encendieron los focos rojos cuando, en los operativos y acciones instrumentadas para atender las oleadas de migrantes centroamericanos detectaron un fenómeno atípico. En la revisión de la documentación de los centroamericanos, empezaron a proliferar aquellos que contaban con ¡actas de nacimiento de Michoacán! expedidas por el Registro Civil de este estado.

La sorpresa fue mayúscula para el personal del Instituto frente a un operar ilícito desde Michoacán con la emisión de documentos oficiales. El caso aún no se ventila en tierras purépechas y ya es investigado en lo federal.

Y es que cuando de mañas se trata no existe cargo menor en el ejercicio de una responsabilidad pública. La habilidad para sacar agua de las piedras no es divinidad, sino astucia para -a cambio de 30 monedas- doblegar a la misma naturaleza.

En el último relevo en la titularidad del Registro Civil, se habló de actos de corrupción por parte del saliente Juan Carlos Castro, sin especificar los motivos. Aún nos queda por conocer bajo la conducción de qué titular, se suscitó la expedición anómala de actas de nacimiento a centroamericanos.

Navidad adelantada en la SEE

La navidad llegó anticipada a familiares, amigos o compadres de funcionarios dentro de la Secretaría de Educación del Estado, quienes se vieron favorecidos con ocho claves de “alto nivel” dentro de la institución.

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En los corrillos educativos ya se conoce la buenaventura de aquellos que tendrán una plaza por ser cercanos a Pedro Gustavo Valenzuela Cantellano, subsecretario de Administración de la SEE; Hannes Abdiel Ortega Anaya, titular en la Unidad Estatal de Carrera para las Maestras y los Maestros; y Carmen Escobedo Pérez, subsecretaria Académica.

A la indignación de docentes y trabajadores, se suma también el que Pedro Gustavo Valenzuela, carecería de título universitario pese a ostentar que lo tiene, además de que seguir cobrando en la SEE pese a que ya no se para por ahí.

Recaudación obligada

La asistencia obligatoria a eventos, en los que de paso se placean algunos actores políticos que aspiran a cargos de elección popular, empieza a ser costumbre en Michoacán. Tal es el caso del “Bailongo del recuerdo con la Sonora Santanera” que organizó la rectora de la Máxima casa de estudios para allegarse de recursos que serán destinados para equipar a la banda de guerra de la Universidad.

Bien lo saben funcionarios y secretarias de tiempo completo de la Michoacana, quienes, al mero estilo de la cooperacha a la Cruz Roja, y en cumplimiento a la instrucción de la rectora Yarabi Ávila, tuvieron que desembolsar dos mil 400 pesitos cada uno para pagar dos entradas a la cena Baile.

Hasta alfombra roja hubo en el evento para saciar los sueños hollywoodescos de la rectora, quien de paso, aprovechó la ocasión para dar un espaldarazo a la aún secretaria de la Mujer en el estado, Carolina Rangel, a quien incluso nombró “nicolaita distinguida”. ¿Será que ya estará iniciando la promoción del voto?