¿Quién del MORENA por la Gubernatura de Michoacán?
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El proceso electoral mexicano que culminará en 2018 ya inició. Y con excepción de la Presidencia de la República, serán decenas de miles y muy variados los individuos que desearán competir por una candidatura a cargo de elección popular, como la de Alcalde, Síndico, Regidor, Diputado local y federal y Senador de la República.

Primero, lo harán en una elección interna en sus partidos, después, en una elección constitucional.

Pero a pesar de que habrá suficientes manos levantadas para competir, no será lo mismo querer, que poder. Muchos querrán ser candidatos, pero pocos podrán serlo; ¿por qué? porque las circunstancias del país son complejas y los partidos políticos deberán decidir a qué jugarán en el año 2018 sin vacilaciones: ¿a ganar la posición?, ¿a no perder el registro?, ¿a elevar el histórico de la votación?, o quizá el o los pequeños grupos de poder al interior de los partidos políticos, jugarán a perder las posiciones, para ganar. Es decir, lanzarán candidatos débiles para perder la posición de representación popular, pero a cambio, se quedarán con la hegemonía como grupo dentro del partido político. Aunque usted no lo crea, así también se juega.

Los partidos políticos no son bien vistos y ellos lo saben, además, las actuales circunstancias hacen muy compleja la competencia con posibilidades de obtener el triunfo.

Por ello sugiero que antes de lanzarse a la aventura que significa buscar la candidatura a un cargo de elección popular, se haga, en lo individual, puedas evaluarte de manera profesional, serio y muy sincero, para evitar dolores de cabeza posteriores, pérdida de patrimonio o provocar convulsiones al interior de sus partidos por la cerrazón en la que suelen entrar aquellos que aseguran que pueden competir y además, ganar.

Algunas preguntas pueden ser clave para diagnosticarse, lo mismo que algunas consideraciones deben ser analizadas y reconocidas si se desea tener suficientes fortalezas en una matriz FODA, para tener la certeza de que se puede competir con posibilidades de triunfo; veamos: Pregúntate y respóndete con sinceridad:

  1. ¿Tengo suficiente dinero para 2 compañas sin desestabilizar financieramente mi patrimonio? Si no lo tienes, estarás en desventaja, y salvo que tengas un equipo profesional de marketing y comunicación política muy creativo –que igual te costará -, será complicadísimo que avances con posibilidades de triunfo. En una campaña necesitas dinero para avanzar por tierra y dinero para avanzar con marketing y comunicación política estratégica.
  2. ¿Tengo buena reputación? Si no eres bien visto por la comunidad y tienes esqueletos en el armario que te puedan exhibir, piénsalo dos veces, pues el tiempo de hacerte una campaña de negativos -para disminuir tu mala reputación-, ya está pasando. Arrancas tarde, en palabras más sencillas.
  3. ¿La gente me reconoce como alguien positivo y propositivo? Si eres una persona con fortalezas que están siendo comentadas, consideradas y reconocidas por la comunidad en la que deseas competir, tienes ventajas competitivas que puedes aprovechar. Pero si no eres recocido como alguien propositivo, será difícil que en pocas semanas de campaña te posiciones como alguien positivo y propositivo.
  4. ¿Tengo experiencia de otras campañas? La experiencia te será de utilidad para saber qué no hacer, qué cosas nuevas existen en el entorno, en la opinión pública y en los medios de comunicación, y definitivamente, te servirá para saber qué puedes repetir que ya te haya funcionado.
  5. ¿Tengo estudios de licenciatura o más? Hoy en día en muchos territorios, el perfil académico jugará a tu favor. La sociedad está cansada de políticos por ocurrencia o que la única fortaleza que tienen es el carisma. Este perfil suele ser efectivo en campaña, pero un desastre en el gobierno, y por ello también se pierden puntos.
  6. ¿Tengo aliados reales o estoy solo? Dirían los clásicos: “tener padrinos”. En la política real, se necesita que personajes con verdadero poder, te ayuden para que tu mensaje sea más y mejor aceptado. Si no tienes padrinos poderosos, estás en desventaja frente a quien sí los tenga.
  7. ¿Estoy dispuesto a hacer alianzas o no pienso hacerlas? Hoy en día el voto duro de los partidos políticos ya no alcanza para ganar elecciones; necesitas aliados de cualquier tipo, pero lícitos, para ganar más votos. Si no eres capaz de aliarte con personas que inclusive no tienen tus mismas ideas, pero te pueden hacer un bien en la campaña, considera esto como una desventaja. Alíate preferentemente con los sectores de la sociedad civil.
  8. ¿Considero que tengo muchos años en mi partido y me la merezco? Si eres de los que piensa así, estás en un gran lío. Los tiempos han cambiado, y tener muchos años en tu partido en realidad ya no te da garantía de nada, ¿por qué? porque un partido político debe salir a ganar posiciones. Imagínate que se le da las candidaturas sólo a los que “se la merecen” por los años de militancia, pero al mismo tiempo tienen menos posibilidades de ganar. Si los partidos políticos hacen esto, estarán cometiendo un gravísimo error.
  9. ¿Considero que tengo trabajo en mi partido y mis rivales no? Si eres de los que descalifica a los rivales diciendo que ellos no tienen trabajo y tú sí, te quedarás muy corto en las ideas y en los motores que te deben llevar hacia adelante. Asegurar esto es muy subjetivo: ¿tener más trabajo qué significa si la expresión se utiliza sólo para denostar? Imagina que tu rival tiene poco o nada de trabajo al interior del partido, pero es un miembro de la sociedad civil muy apreciado y reconocido públicamente porque tiene trabajo en su comunidad. Los partidos políticos que se encierren en mirar sólo a los militantes que aseguran tener trabajo, se estarán equivocando. Encontrar un equilibrio entre militantes y simpatizantes o no militantes, pero bien vistos para ganar las elecciones y las posiciones, será lo adecuado.
  10. ¿Mi comunicación es profesional? Si eres de los que maneja sus propias redes sociales y considera que esto alcanza para transmitir correctamente un mensaje, te estarás equivocando. Sí es posible que manejes tus redes sociales, pero con seguridad la gran mayoría no logra hacerlo bien. Hoy en día se ha puesto de moda dotar de un teléfono celular inteligente y una cámara profesional a un asistente de redes sociales –que casi siempre es pasante de alguna carrera no afín a la comunicación, marketing o publicidad-, pero eso no es hacer comunicación o marketing político de manera profesional. Eso es ir en tendencia con las herramientas mínimas que el asistente de redes debe tener y saber manejar. Si no tienes un equipo profesional de comunicación, imagen y marketing político, aún estás a tiempo de contratar uno. ¿Tendrá costo? Desde luego que sí, pero respóndete cuánto vales y si tú vales la pena para hacer esa inversión.
  11. ¿Considero que tener varias fotos con políticos famosos es una de mis fortalezas? Otra de las tendencias actuales es tomarse selfies con cualquier político que cruce la calle. En realidad, eso no necesariamente comunica un mensaje inteligente, planificado e interesante. Seguramente provoca una llamada de atención, pero nada más, y quedarse en el plano de provocar un llamado de atención, es quedarse en el primer escalón de lo que el marketing profesional debe lograr, es decir, si sólo llamas la atención, te quedarás sin comunicar.

Las preguntas pueden ser más, pero estas 11 te servirán para que te autoevalúes. Si deseas competir por una candidatura y ya lo decidiste, diste el primer paso y es uno muy importante: “animarse”. Sin embargo, debes caminar aún más y hacerlo mejor.

Recuerda que está en juego una posición política de elección popular; el futuro de un partido, de un proyecto personal y de un grupo político. Está en juego el futuro de un país y de su población y, desde luego, estará en juego tu tiempo y parte de tu patrimonio. Si respondiste a la mayoría de las preguntas con un “no”, te sugiero que replantees tu deseo de ser candidato. Puedes jugar otra posición, disfrutarla más y darte tiempo para trabajar tus debilidades y amenazas, hasta convertirlas en fortalezas y oportunidades.

@christian_gtz

*El autor es licenciado en derecho, con estudios de maestría en Ciencia Política y en Neuromarketing, y con estudios de doctorado en Políticas Públicas. Actualmente cursa Diplomado en Marketing Político.