Con ímpetu salvaje de adulterio
Con ímpetu salvaje de adulterio

Tú, el hombre opulento,
El que triunfó engañando
¡crees poder burlar
las leyes del destino?

Sobre mis manos morenas
Deja que caigan mis lágrimas
De las cuencas de mis manos
Quiero hacer dos pilas santas.

Llenarán con mis duelos
Los duelos que te acompañan
Porque hay un millón de muertos
Que dieron todo por nada,
Porque abundan ambiciosos
Con veneno de alimaña,
Porque al pueblo no lo cubren
Las aras de la justicia,
Porque mienten los vocablos
Y el atentado se arraiga
Al pecho de unos hombres
Que solo buscan ventaja
Y porque estás ¡oh, mi pueblo!
Comiendo solo piltrafas
Mientras abonan sus huertos
Los que han llenado sus arcas.

Cadavéricos civismos
Duermen sobre tu mortaja
La corrupción tiene templo
Y la mentira una estatua.

¡Cómo burlan los discursos
de los políticos sátrapas
después de los sacrificios
de Morelos y Zapata

Los huesos de los patriotas
Regados en las montañas
Están implorando al cielo
Sus angustiosas plegarias;
Pues la provincia que antaño
Era un espejo de plata….
Hoy es miseria y servicia,
Hoy es dolor y desgracia,
Hoy es lápida y carroña
¿y… ¿La provincia es la Patria?

Hoy las plumas voraces no las hallo
Toda pluma viril debe ser gallo,
Volcán en erupción, torrente, furia.

Hoy la letra es burdel,
Es mesalina, es ataira
Que ofrece en cada esquina
Besos de deshonor, risas de injuria.

¿Yo digo verdades? ¡Qué insolente
renunciar al amor de la serpiente
en pestífero foso de reptiles!

Proclamar la limpieza en su pantano
Y sin guantes señores, dar la mano
A sujetos que triunfan por vileza.

Querer ser redentor, servir de ejemplo
Y apostrofar primores en el templo
Está fuera de moda en nuestros días.

Hoy hay que ser indigno, ser rastrero,
Ir en pos el poder y del dinero,
Vivir en políticas orgías.

Triunfa el lujo oficial donde descuella
Aquel que más engaña y atropella.

México es un enorme cementerio,
El derecho del hombre está tendido,
Hoy cada gobernante es un bandido
Con ímpetu salvaje de adulterio.

¿Dónde están los millonarios
que no curan estas yagas?
¿dónde están los hombres limpios
que las frentes no levantan?,
¿dónde están las voces puras?,
¿dónde están los que anhelaban
ver a México esplendente
de cultura y democracia?

Señores gobernadores:
Hombres de fortunas largas,
Hombres de camisas finas
Y de extranjeras corbatas.

Jueces que no hacen justicia,
Senadores que se arrastran,
Diputados que no quieren
Dignificar la palabra
Y esconden en sus poltrones
La vergonzante mordaza
Con mucho amor al dinero
Y poco amor a la patria.

No durmáis tanto la siesta
Que si la justicia tarda
Cuando llega es volcán
Y sus vientos tienen garras.

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