Conoce la historia del hombre que mató a su amigo para después comérselo
Foto.Internet

Conoce la historia del hombre que mató a su amigo para después comérselo

Ciudad de México. – Un hombre confeso haber cometido canibalismo, al matar a su amigo para después cocinarlo y comérselo, los hechos ocurrieron en Tabasco.

Ingresa a: Fox se la regresa a AMLO; «ya cállate chachalaca»

El hombre de nombre, Gumaro de dios, nació en la Azucena Tabasco al sur de la capital mexicana y su vida no fue fácil, a penas con 6 años sufrió de abuso sexual por su propio primo, así como golpes hambres miserias lo que lo orillo a ingerir drogas y a abusar del alcohol.

Al narrar lo sucedido, Gumaro dijo haber golpeado al sujeto hasta hacerlo perder el conocimiento, después al verlo desangrándose lo colgó y le dieron ganas de comérselo.

“Lo maté a golpes, lo colgué pero antes lo patie hasta que perdiera el conocimiento para apuñalarlo infinidad de veces y al verle allí desangrandose me dieron ganas de comérmelo y lo hice, primero devoré su corazón después sus riñones y asé sus costillas, eso sí, no toqué sus tripas”.

A temprana edad fue diagnosticado con esquizofrenia y comenzaba a agredir a amigos y familiares y para evitar esto su padre lo ingresa al ejército mexicano pensando que sería la solución a este desorden mental pero sin imaginar que solo duraría un par de años para desertar, al salir de allí se dispuso a robar y en un asalto mató a un pobre hombre de una forma despiadada y con saña por tan solo $20.00, este homicidio fue parte de su brutal carrera delictiva y psicótica pues estaba en pleno desarrollo, tiempo después destrozo a un niño no sin antes violarlo para desfigurarlo y apagar su vida, de allí la policía de Tabasco ya le seguía la pista.

Años después, al saber que la policía le seguía huyó al peten un poco más al sur del país donde conoció al Raúl el (wacho) con quien formaría una relación sentimental al tiempo que consumían drogas y alcohol, poco después comenzaron a tener conflictos y al cobrarle un dinero que el wacho le debía y al ver que este se negaba su furia se desató y de nuevo surgió su instinto asesino.

“Tome una piedra y con esa golpeé a Raúl, al ver que se movía continúe golpeándolo, cortó un pedazo de cable y con ese castigué todo su cuerpo y comencé a asfixiarlo, pero no moría, hasta que le dije ni modos ya te llegó tu hora y solo recuerdo su gesto de terror desorbitado por el evento que estaba por comenzar.”

“Le quebré las piernas para que no pudiera correr y le puse un trapo en su boca pero como este no dejaba de moverse, lo amarré como atan a los animales en el pueblo patas pa’ rriba quedando su tórax a merced mía , allí le dije ahora si ni la policía te salvara, poco a poco comencé a desmembrar su cuerpo y con el paso de los minutos su sangre llamaba fuertemente mi atención, el aún estaba vivo pero en shock pues el dolor y la escena lo tenían al borde de la muerte, misma que no le llegaba y lo ayudé con un tabique en su cabeza solo así se murió, mi instinto asesino no tenía límites y al verlo colgado lo use como costal de Box y hasta que no molí a golpes su cuerpo, reaccioné de mi propósito”.

“Allí lo tuve un día completo ya muerto hasta que su sangre me llamaba y decidí al día siguiente bajarlo y comenzar a cortar su carne en trocitos, como un animal y sin piedad continúe y no pare hasta tenerlo como rompecabezas , sabia tan rica su carne que continúe comiendo más y no paré hasta probar los riñones y freír sus costillas, esto era la culminación de mi maldad y odio a los seres humanos y más a los hombres pues uno de ellos desgració mi vida y ahora yo la acababa para siempre, el sabor de la carne humana era rico así como de borrego y de un aroma dulce era totalmente de mi agrado lo puedo jurar.” Así fue como lo narro el llamado Caníbal de Tabasco

Unos Meses después, la policía logro capturarlo y fue consignado al penal federal de Tabasco; donde los demás recluidos, le tenían miedo nadie se le acercaba y mucho menos querían compartir celda y dormitorio con él.

Un día en su desesperación por la carne humana logró cortarse parte de su oreja ante la vista de los presos y devorarla con desesperación, esto provocó tal alboroto, tanto fue que lo cambiaron de reclusorio hasta que a la edad de 34 años falleció de (VIH).

Ingresa a: AMLO arremete contra el PRI tras rechazo de reforma eléctrica