Foto: Raúl Tinoco/ Contramuro

Morelia, Michoacán.- Lo único que quiero es que se llegue hasta las últimas consecuencias con lo que sucedió con mi hija…, expresa José Carmen García Campuzano, quien hace una pausa larga para continuar pues las lágrimas no le permiten seguir hablando. El padre de Katia García Aguirre quien falleció el pasado tres de junio en la Clínica San Miguel, toma un respiro y continúa.

“Las cosas no pueden seguir así de que nosotros como padres veamos a nuestros hijos vivos y que cuando nos avisan que acudamos a una clínica llega uno y ve a su hijo muerto. No puede seguir esto así. Me duele mucho lo que vi con mi hija, la apatía, la negligencia y la usurpación de esa doctora que no hizo lo que tenía que hacer. La señora que le llevó el caso no hizo su labor y quiero que esto lo sepa toda la gente y se llegue hasta las últimas consecuencias”, insiste aún con el llanto.

Y es que su hija, Katia, llegó a la clínica con 38 semanas de embarazo, ya con “dolores” de parto, fue ingresada poco después de las 20:30 horas del pasado tres de junio y 20 minutos después avisaron a su suegra Maribel Galván, que la joven de apenas 22 años de edad había fallecido. La causa, no la supieron sus familiares hasta que tuvieron en sus manos el acta de defunción, pues los médicos, enfermeras y autoridades del hospital no volvieron a hablar con ellos después de darles la fatal noticia.

“Yo quiero que se actúe porque el proceso va muy lento y no están las autoridades haciendo las cosas rápidas y la doctora sigue haciendo su labor. Después de que pasó lo de mi hija cerró su consultorio y se cambió a su domicilio particular donde estaba llevando por medio de teléfono sus consultas, a puerta cerrada. Queremos hacer presión al gobierno y a la Procuraduría que piden que confiemos en ellas, es el momento de que hagan su trabajo para que no sigan sucediendo estos casos”, refiere Don Carmen.

En el caso particular de la médico que atendió a Katia y que se hace llamar Silvia Corral Campos, la familia y la representante legal del caso de supuesta negligencia médica Ana María Pineda Camargo, investigaron que no tiene cédula profesional, que incluso en tres ocasiones ha solicitado hacer el examen de titulación sin éxito, por lo que exigen que sea cesada para ejercer la medicina y se prevengan casos como el de la joven Katia.

“Yo no acuso de asesinato a nadie, la Procuraduría será la que tenga que hacer su labor y si existió homicidio ellos son los que tiene que determinar”, concluye Don Carmen quien antes hizo público su deseo de que se haga justicia en el caso de su hija, pues aún después de su muerte únicamente le fue entregado el cuerpo de Katia y no el de la bebé que estaba a punto de nacer. Incluso, la joven fue entregada al parecer ya sin el cuerpo de la niña dentro de ella por lo que insiste en saber dónde quedó su nieta.

A decir de la suegra de Katia, mujer con la que vivió durante su embarazo; fue ella quien la ingresó en la clínica y la única con la que hablaron los médicos luego de la muerte de la joven. Pero asegura que únicamente salieron para decirle que ya estaba muerta y no le explicaron las causas o posibles complicaciones que pudo tener a la hora del parto. Asevera también que nunca vio qué pasó con la pequeña bebé que estaba por nacer, pues al igual que el padre de la joven, solamente observó el cuerpo de su nuera ya sin los signos del embarazo.

“Hay una confusión porque la doctora dice que mi nuera se murió en la clínica y el doctor dice que no, es lo que queremos que vean las autoridades, cuál es la causa que llevan ellos o por qué lo hacen. El médico me dijo que me iba a cobrar cinco mil pesos por los servicios que le había dado a mi nuera. Yo le dije que no le iba a pagar ni un cinco porque no hicieron nada y que le hicieran como quisieran”, explica.

Pasaron 10 días después de la muerte de Katia cuando los familiares decidieron interponer una denuncia penal, además de exigir a las autoridades de Educación y de Salud que le retiren a la médico la licencia (si es que la tiene) para ejercer, ya que aparentemente no cuenta con la cédula profesional correspondiente para realizar su labor. Una vez que presentaron la denuncia, se supo que el Servicio Médico Forense (Semefo), también interpuso una por homicidio en contra de quien resulte responsable.

“La denuncia del Semefo es contra quien resulte responsable, pero ya se hizo una misma, es decir ya se acumuló con la que nosotros tenemos. No se hizo la entrega del cuerpo del bebé una vez que se practicó la necropsia. Ya se solicitó todo el informe pero es fecha en que no lo han entregado”, detalló la abogada, quien resaltó que el caso continuará hasta lograr la claridad de la muerte de Katia, el castigo a los responsables y el impedimento para que Silvia Corral ejerza.

Ireri Piña es licenciada en Periodismo, reportera de Educación, Turismo, multifuente. Contadora de historias y causas sociales; michoacana, moreliana