Por: Enrique Rivera Hernández.
Quizá sea bueno recordar un poco cuál es la finalidad de la educación y para ello podemos articular en este momento tan solo dos ideas; Durkheim plantea que la educación es una acción que se ejerce sobre los infantes por la vida adulta, en donde se les tiene que direccionar física, intelectual y moralmente, pues los infantes no están aún con la madures necesaria para asumir responsabilidades de una vida social.
Para John Dewey, la educación es un proceso social en el que se articulan dos aspectos, uno psicológico y otro social; pues sin los conocimientos psicológicos probablemente sería azaroso plantear en qué sentido dirigir la educación en su esencia y sin los conocimientos sociales no sería posible plantear hacia dónde dirigir la educación en su acción.
Así mismo, no podemos dejar de ser objetivos y plantear que la educación en términos generales no es la misma para toda la comunidad; pues de manera implícita se ve en ella la división de clases sociales que en estos momentos de pandemia se ratifica.
Por un lado por los contenidos impartidos con determinados fines y por el otro lado por las condiciones de infraestructura al recibir la educación.
Es decir, en cuanto a contenidos aunque en apariencia y por ley son los mismos en las escuelas públicas y privadas, no se puede girar la vista a otro lado para no observar las materias o talleres adicionales, que se imparten independientes a los contenidos de la Secretaria de Educación del País.
Dicha materias o talleres adicionales dependen de la población a quienes van dirigidas, por ejemplo, en un colegio privado de una ciudad es poco probable que les brinden talleres o materias adicionales como “huertos escolares”, o “huertos caseros”, así como talleres productivos con orientación a la auto sustentabilidad; es más probable que en dichas instituciones se impartan materias o talleres de lenguas extranjeras, tecnologías e incluso robótica. Mientras que los primeramente mencionados pueden ser generalmente impartidos en las escuelas públicas de las periferias de las ciudades o en las comunidades rurales.
En los tiempos actuales vividos por la pandemia de Covid-19, y buscando articular la educación en su generalidad, se han planteado estrategias a través de los medios de comunicación públicos y privados, así como de la internet; ello implica que las familias tengan que buscar determinadas condiciones tecnológicas que permitan llevar a cabo la educación de sus hijos independientemente de los Esfuerzos realizados por los profesores de educación básica.
Dichas condiciones antes mencionadas pueden ser un factor para que en el proceso educativo vivido por los estudiantes en estos tiempos de pandemia, se siente un precedente en cuanto a la concepción y comprensión de la educación.
Pues si bien como se planteó líneas arriba, la educación tiene que ver con factores psicológicos y sociales, en donde el desarrollo del contexto es parte esencial y al día de hoy todas estas áreas han sido impactadas por la pandemia de SARS-CoV-2.
De tal manera que el contexto actual que los estudiantes están viviendo está siendo casi completamente virtual o teledirigido, en donde las dinámicas del aprendizaje significativo pueden quedar solo como un postulado teórico, así mismo las carentes interacciones sociales físicas con los que serían sus compañeros y compañeras de clase también pueden quedar rebasadas, dando de manera directa un impacto al desarrollo cognitivo, psicológico y social de la educación como se venía conociendo.
No se puede negar que a nivel internacional México esta planteando alternativas educativas que priorizan la salud de estudiantes y maestros y con ello de la comunidad en general, pues tan solo por citar un ejemplo en Europa e incluso en Cuba los rebrotes se han dado al tratar de regresar de manera presencial a las aulas causando incertidumbre según la UNESCO.
Carlos Vargas Tamez, jefe de la Unidad de Desarrollo Docente de la UNESCO, expuso “la alfabetización se convirtió en una herramienta de vida o muerte”, ello durante el seminario virtual “La alfabetización de los jóvenes y adultos en entornos digitales en el contexto del COVID-19”.
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