El inicio de un ciclo escolar sin pies ni cabeza
Foto. Cortesía

Por: José Salvador Sánchez Gutiérrez

Inició el ciclo escolar 2023 – 2024, con una pequeña diferencia, en este ciclo, miles de instituciones, directivos, docentes, alumnos y padres de familia, no tienen una visión clara del trabajo a realizarse dentro de las aulas, anteriormente de manera colectiva se tenía una noción de los contenidos a trabajarse dentro de la educación básica del país.

La Nueva Escuela Mexicana (NEM), exige una capacitación a todos los actores educativos del país, es por ello, que muchas de las escuelas del sector público y privado no la implementarán en su totalidad, puesto que supervisores, directivos y docentes desconocen por completo el modelo educativo.

El sector público se deslinda de la responsabilidad con el discurso del que no se realizó una capacitación en tiempo y forma, argumento erróneo, ya que desde el ciclo escolar 2022 – 2023, se destinaron los espacios de Consejo Técnico para el acercamiento y trabajo con la NEM, lamentablemente estos espacios se utilizaron para otras cuestiones; propias de cada institución, sin olvidar las actividades recreativas por parte del cuerpo docente.

Por su parte el sector privado, busca defender intereses ideológicos y económicos, argumentando que la metodología y bibliografía de la Nueva Escuela Mexicana, no coinciden con su visión y misión “educativa”, cual si fuese una empresa.

El inicio del ciclo escolar para directivos y docentes comenzó el 21 de agosto del 2023, si bien, no se inició con una labor docente dentro de las aulas, pero sí con una sesión de consejo técnico “intensiva”, para esta sesión se destinaron 5 días laborales. Pero ¿Quién es capaz de meterse con el periodo vacacional de los integrantes del magisterio?

De los 5 días destinados a la formación en la NEM, solamente se trabajaron 3 o 2 días, tiempo insuficiente para realizar una dosificación de contenidos y establecer de manera conjunta un plan de trabajo en pro de la formación académica e integral de los alumnos.

Es aquí donde el docente retomará su importancia dentro del proceso enseñanza –aprendizaje, pues con el nuevo modelo educativo del país, se le está brindando la oportunidad de ajustar los contenidos para servir como guía al alumnado, en este ciclo escolar no bastará solo con resolver los ejercicios de los libros de texto, se tendrá que realizar una revisión minuciosa de los temas académicos, siempre buscando una transversalidad en los contenidos.

El modelo educativo suena prometedor por el tipo de nación que se desea formar, se están tomando en cuenta necesidades reales que existen en el país y no solo se está buscando la formación de sujetos capaces de adentrarse a los medios de producción, sin tener la capacidad de criticar las situaciones contextuales que le competen como miembro de una sociedad. Cabe mencionar que los frutos de todo proceso educativo no son visibles de la noche a la mañana, es un trabajo constante y continuo que podremos evaluar a mediano y largo plazo. Esto siempre y cuando el futuro sexenio presidencial no se someta por completo a las “recomendaciones” que las instituciones internacionales le hacen, con la promesa de llegar a ser un país de primer mundo y, se deje de lado una vez más la educación crítica para nuevamente regresar a una educación empresarial.

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