Fideicomisos y el olvido político del bien común
Fideicomisos y el olvido político del bien común

Por: Enrique Rivera Hernández

Entender la figura del Fideicomiso es entender probablemente su origen, la palabra deriva de “fideicommissum” que se puede entender deriva de “fides” es decir fe y “commissus” ósea comisión, lo que en términos coloquiales podría entenderse como una comisión de fe; o una comisión de fe en alguien en quien se puede poner a disposición cierto valor que posteriormente será transmitido a otra persona, un contrato en el que se transmiten bienes, derechos o dinero.

En nuestro País actualmente la discusión se ha acalorado en cuanto al tema de los fideicomisos, pues la evidencias muestran que poco o nada tenían que ver estos con el bien común desde sexenios anteriores, sin embargo la discusión se abordó buscando implementar la razón antes que el interés del dinero a favor de unos cuantos.  

En la cámara fueron 19 horas las que mostraron las herramientas argumentativas de unos y otros, discusiones, síntesis y demagogia estaban presentes abriendo senderos develadores de los intereses políticos, económicos y de la búsqueda del bien común; 242 votos estaban a favor, 164 en contra y 6 abstenciones.

La senadora del PAN Kenia López Rabadán llamaba a las fracciones del PT y del PVEM a no avalar la desarticulación de los fideicomisos con el argumento de que se desmantelaba la estructura de protección civil en los casos de desastres, olvidando que durante el sexenio de Vicente Fox ocurrió un desvío de 3 mil Millones de pesos justamente del FONDEN, haciendo oídos sordos a la exposición de que se seguirán entregando los apoyos solo que esto ocurrirá desde la Secretaría de Hacienda, desapareciendo únicamente la figura de los fideicomisos.

En cuanto a la explicación que esos fondos otorgados anteriormente a los fideicomisos y que ahora serán otorgados de manera directa y prioritaria a la salud vía Secretaria de Hacienda, el Secretario General del PAN expuso “¿por qué el gobierno no pide prestamos?”

Parece ser que quienes al día de hoy siguen defendiendo la figura de los fideicomisos no recuerdan o no se enteraron que entre los años 2001 al 2012 por vía del CONACYT, se destinaron recursos públicos para Ciencia y Tecnología a grandes empresas y corporativos nacionales y extranjeras sin beneficio directo a la Nación; algunas de dichas empresas son: Televisa, Bachoco, Barcel, Bimbo, General Motors, Ford, Banamex, Astra Zeneca, Grupo Posadas, Cadbury Adams y Bayer. Y los defensores también olvidaron que los dueños de las empresas antes mencionadas aparecen en la lista de multimillonarios en la revista FORBES.

Cuadrando lo anteriormente expuesto cabe mencionar que en días anteriores la actual directora del CONACYT, María Elena Álvarez-Buylla informo que de esta institución Federal se desviaba al sector privado hasta el 40% de los fondos asignados.

También parece no ser notorio que la Suprema Corte de Justicia de la Nación maneja 5 fideicomisos con un fondo de 5 mil 280 millones 837 mil pesos, que son designados al pago de pensión complementaria de funcionarios y directivos de dicha institución, todo ello al margen del escrutinio de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público.

La discusión a nivel social y no solo política, tiene que ser por entender que los fideicomisos que en teoría fueron creados para apoyar el bienestar social en realidad fueron cajas chicas para el desvío de recursos de manera discrecional, otorgándose a amigos, familiares, compadres y empresarios. Que al desaparecer dicha figura los administradores pierden poder de controlar grandes cantidades de dinero público y por lo tanto grandes cantidades de capital político a modo.

Por ello la utilización de bastas estrategias para desacreditar la desaparición de los fideicomisos y así seguir bebiendo de los mantos de lo público, olvidando el bien común desde los políticos tradicionales.

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