Foto: Raúl Tinoco/ Contramuro

Morelia, Michoacán.-El miedo y angustia imperan en Michoacán, consideró el ex gobernador del estado, Fausto Vallejo Figueroa, en torno a la serie de ejecuciones que se han venido registrando en diferentes regiones de la entidad.

A juicio del fugaz ex mandatario de la entidad, ha llegado el momento de replantear la estrategia de seguridad considerada por el gobierno de Silvano Aureoles Conejo, a fin de reivindicar el rumbo de Michoacán en materia de seguridad.

“La percepción general de la ciudadanía es muy lamentable, es de angustia, es de miedo, desgraciadamente este es un problema no nada más de Michoacán, sino es un problema estructural de todo el país”, opinó Vallejo Figueroa.

Sus declaraciones respondieron a la serie de ejecución que se han registrado en el estado, entre las que destaca el asesinato del ahora ex presidente de Paracho, Stalin Sánchez González, quien fue ultimado a balazos cuando salía de su domicilio.

Además de los pendientes que dijo encontrar en la estrategia de seguridad implementada por el gobierno en turno, resaltó la necesidad de impulsar programas de carácter social que puedan impactar de manera benéfica en las regiones más vulneradas de la entidad.

Fausto evitó comparar a Michoacán con otras entidades, respecto a la inseguridad que continúa imperando en el estado, pues subrayó que esta condición de “miedo y angustia” en la ciudadanía, sería reflejo de fallas en estrategias gubernamentales provenientes de la Federación.

El aún militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) recalcó de manera insistente que el miedo ha regresado a Michoacán, ese miedo que desquebrajó a las instituciones del estado cuando el mismo Fausto, junto a Jesús Reyna y Salvador Jara, compartieron la gubernatura de Michoacán.

Incluso, la condición antes mencionada derivó en la imposición del ex comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, quien se encargó de desarmar a las fuerzas de autodefensa que le hicieron frente al crimen organizado, ante una administración que se vio rebasada por la inseguridad.