PRI no teme a AMLO: Noé Bernardino
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Por: Omar Noé Bernardino Vargas

La CNUCC, ya es mayor de edad, pero sigue siendo un catálogo de buenas intenciones.

“La corrupción es una plaga insidiosa que tiene un amplio espectro de consecuencias corrosivas para la sociedad. Socava la democracia y el Estado de Derecho, da pie a violaciones de los derechos humanos, distorsiona los mercados, menoscaba la calidad de vida y permite el florecimiento de la delincuencia organizada, el terrorismo y otras amenazas a la seguridad humana”. Palabras de Kofi Annan, en la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción. (CNUCC).

Aunque sus bases se crearon en el 2000, fue hasta el 9 de Diciembre del 2003, en la “Convención Mérida”, celebrada en nuestro país, que se aprobó la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción. (CNUCC), misma que ha sido firmada por más de 180 Estados miembros de la ONU. Instituyéndose el día 9 de Diciembre como el Día Internacional Contra la Corrupción.

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La convención (CNUCC) en su articulado establece los siguientes objetivos:

1. La prevención, imponiendo a los Estados parte el deber de formular y aplicar políticas coordinadas y eficaces contra la corrupción que promuevan la participación de la sociedad y reflejen los principios del Estado de Derecho.

2. La penalización y aplicación de la ley, obligando a tipificar como delitos el soborno de funcionarios públicos -sean nacionales, extranjeros o de organizaciones internacionales públicas- así como la malversación o peculado, la apropiación indebida y otras formas de desviación de bienes por un funcionario público, el blanqueo del producto del delito y la obstrucción de la justicia.

3. La cooperación internacional. En ese marco, este tratado desarrolla una exhaustiva regulación del régimen de extradición de personas vinculadas con delitos de corrupción, y exige de los Estados la más amplia asistencia judicial recíproca respecto de investigaciones, procesos y actuaciones judiciales relacionados con los delitos de la CNUCC.

4. La recuperación de activos. En este sentido, el tratado exige la más amplia cooperación y asistencia mutua para el logro de la restitución de los bienes desviados por actos de corrupción.

Estos objetivos son difíciles de alcanzarse en nuestro país, puesto que si no se encuentran armonizados en nuestro marco jurídico, difícilmente se podrán cumplir, por ende afirmo que es un catálogo de buenas intenciones. Para evitar que CNUCC no sea letra muerta, resulta interesante analizar la propuesta del Juez de distrito de Massachusetts, Mark Wolf, para crear una Corte Internacional Anticorrupción. Para ello es importante que se realice un exhorto por parte del Congreso de la Unión, al Canciller Mexicano Marcelo Ebrard, afín de solicitar a la ONU, otra convención en nuestro país a efecto del 18 aniversario de la creación del CNUCC, donde se pudiera establecer las bases, para la creación de la Corte Internacional Anticorrupción (CIAC).

Si bien, acabar con la corrupción no es la panacea que solucionará todos los problemas en nuestro país, es decir, no resolverá el problema de los efectos del cambio climático, o no evitará la substitución de personas por máquinas en el ámbito laboral (Recomiendo el libro Sálvese quien pueda, OPPEN HEIMER); tampoco reducirá las enfermedades como la diabetes o que todos los mexicanos contemos con Internet o mejorar la calidad educativa. Todos estos problemas no se resolverán con el combate a la corrupción, tal como lo afirma el Sr. Presidente AMLO, pero estoy convencido que es de suma importancia combatir la corrupción para erradicarla.

Nos Vemos en los siguientes #VALEscenariosPolíticos