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Los políticos de México podrían posicionarse positivamente como marcas, utilizando marketing y neuromarketing, pero en realidad, no lo hacen, por desconocimiento de los alcances de estas dos disciplinas. El problema de esto, es que dejan escapar grandes oportunidades de mejorar su reputación y recuperar confianza en la gente, que hoy es un bien demasiado escaso entre los políticos.

Lo invito a hacer un ejercicio de asociación o de memoria, para evaluar a los políticos de México. Usted deberá responderse en voz baja, qué piensa o qué significado le da a los ejemplos que le mencionaré:

  1. ¿Qué significado le da a una plaza pública llena de gente escuchando a un político, o a un mitin político con miles de personas y, a 5 cuadras de distancia, 50 o más autobuses, combis o taxis?. 2. ¿Para usted, a qué es igual político?. 3. ¿Qué piensa cuando ve a un político viajando en camionetas grandes y de lujo y detrás camionetas con escoltas?. 4. ¿Qué piensa usted del político que se muestra en las redes sociales entregando pelotas u otros juguetes “corrientitos”, cobijas, despensas o láminas de cartón?. 5. ¿Qué piensa de los políticos que se muestran en sus redes sociales en colonias marginadas, entregando apoyos pero vestidos con ropa, calzado y relojes finos?. 6. ¿Qué piensa del político que durante un evento público se la pasa demasiado tiempo mirando o texteando en su teléfono celular?. 7. ¿Qué piensa del político que llega tarde a un evento, organizado por él mismo?. 8. ¿Qué piensa de esos eventos de partido político en donde los oradores políticos dan discursos largos?. 9. ¿Qué piensa del político que cuando le saluda no lo voltea a ver a los ojos?. 10. ¿Qué piensa de un partido partido político, cuando exhiben en las redes sociales o en la televisión a uno de sus militantes borracho, en algo comprometido o haciendo algún escándalo?

Todos estos escenarios suceden en la vida real, y se puede evaluar la percepción de un político, lo mismo que su reputación e imagen pública. Evalúelos como en la escuela: Del 1 al 10. Diez respuestas negativas para los políticos, los dejarían reprobados en reputación e imagen pública, y una respuesta negativa, los dejaría aprobados, con buena reputación e imagen pública.

¿Y cuáles serían las respuestas o asociaciones a los escenarios planteados? 1. Un mitin lleno con miles de personas, camiones, combis o taxis a unas cuadras de distancia o, inclusive sin que se vean esos camiones, mandan un mensaje de acarreo y derroche de dinero. Ya nadie o casi nadie cree en los eventos multitudinarios partidistas. Los partidos dirán que miles de personas sirven para “mostrar músculo”, pero el mensaje es contraproducente. 2. Un político, es igual a corrupción, para la mayoría de los mexicanos. 3. Las camionetas de lujo y escoltas, mandan un mensaje al ciudadano de, una clase pudiente y poderosa y una clase de gente ordinaria, sin poder. La marginación ofende. 4. Mostrarse en las redes sociales dando juguetitos corrientes, despensas o láminas, mandan un mensaje de “soy el político de siempre y no cambia”, que da cosas insignificantes a cambio de votos. 5. Ir a colonias marginadas con ropa fina, hace que no se iguale con el ciudadano y el mensaje es: “yo no soy como ustedes, yo soy diferente-rico”. 6. Un político distraído en su celular, manda un mensaje de desprecio por el evento y su público. 7. Llegar tarde, manda un mensaje de nulo respeto por el tiempo y la vida de los invitados. 8. Los discursos largos tienden a ser aburridos y se manda un mensaje de ser el político de siempre, que dice nada, en mucho tiempo. 9. Si un político no lo mira a los ojos cuando le saluda, pierde una gran oportunidad para conectar empáticamente con usted, además, envía un mensaje de desprecio y mala educación. 10. En el tema de ser exhibidos en las redes sociales, los políticos tienden a no entender que, al ser evidenciados haciendo algo malo, le pegan directamente a su reputación y a la de su partido político, lo que incluye a todos los militantes de ese partido político.

Los mensajes internos y externos que mandan los políticos y los partidos políticos, deberían ser temas de capacitación para sus militantes, así sean políticos consumados o aspirantes a políticos. Un político es una marca, lo mismo que un partido político, por lo tanto, deberían ser conscientes todo el tiempo de la necesidad de proyectar buena imagen, para conservar buena reputación.

@christian_gtz

[i] El autor es Licenciado en Derecho, Maestro en Ciencia Política, candidato a Doctor en Política, Gobernabilidad y Políticas Públicas y actualmente estudia una maestría en Neuromarketing.