Jaime Arturo Vazquez
Foto: Cortesía

En días recientes nos enteramos de que el hijo de la Secretaria de Educación de Michoacán, Silvia Figueroa Zamudio, es señalado de cobrar una plaza de tiempo completo en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Lo hace sin asistir a dar clases. Un hecho que lamentablemente viene a evidenciar uno de los grandes problemas que enfrenta nuestro estado: el crecimiento descontrolado de plazas docentes y el ausentismo en las aulas.

 

A propósito de que su hijo es acusado de ser un aviador. Debemos de recordar que la reforma educativa está diseñada para contar con maestros mejor preparados. El espíritu de la reforma es aplicar nuevas reglas para que el mérito sea la única forma para ingresar, permanecer o ascender dentro del servicio profesional docente. Sin duda, una condición sine qua non no solamente para mejorar la calidad de la educación, sino también para coadyuvar a eliminar las canonjías y privilegios del magisterio michoacano.

 

Que no se pague a los maestros si no asisten a dar clases. Los docentes que se encuentren comisionados a actividades sindicales u otras de carácter electoral, deben ser separados de sus cargos para evitar que se afecte la educación de nuestros niños. El objetivo es que nadie a causa de las marchas o plantones se quede sin el derecho de acceder a una educación de calidad. Estoy plenamente convencido de que no se debe de dialogar con un magisterio que sólo exhibe su musculo, chantajea y trata de violar la ley para sacar provecho.

 

La secretaria debería comenzar a decirnos a todos los michoacanos ¿cuántos maestros han sido dados de baja en los primeros siete meses de su administración? Todos sabemos que en el presente año miles de niñas y niños han sido afectados a causa de las movilizaciones. En Michoacán sigue sin aplicarse la Ley General del Servicio Profesional Docente, que a la letra dice que si “un maestro, supervisor o director falta sin causa justificada por tres días consecutivos a sus labores será separado de su cargo”. Son miles los que se ausentan para ir a marchar a la Ciudad de México y son pocos los que han sido sancionados ¿qué esperan para hacer valer el Estado de Derecho?

 

Los maestros continúan desafiando a las instituciones y la secretaria sigue sin inmutarse. Le recordamos que la última evaluación docente en Michoacán fue un rotundo fracaso. De acuerdo con la SEP únicamente se presentaron a evaluar 745 maestros de un total de 5 mil 200 que estaban previstos, una asistencia de apenas el 14 por ciento. Las autoridades de Michoacán, por omisión o lenta reacción, de nueva cuenta fueron incapaces de poner un alto a los chantajes y boicots de la Coordinadora, los cuales al final de cuentas impidieron a los buenos maestros realizar los exámenes.

 

La despreocupación de Figueroa Zamudio llega a rayar en el cinismo. Desde que tomó posesión, hace poco más de medio año, su principal esfuerzo ha sido la de acumular poder en la Universidad Michoacana. Para nadie es un secreto que la Secretaria tiene metidas las dos manos en la designación del nuevo director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, espacio clave para imponer su alfil de cara a las elecciones del año 2019, donde se designará al nuevo rector.

 

Resulta oportuno preguntarnos a qué proyecto responde la secretaria ¿a la de la transformación educativa que se viene realizando en todo el país y que encabeza de manera responsable la SEP? o ¿al del grupo que tiene secuestrada a la educación y el presupuesto público de Michoacán? Por desgracia, es la otra cara de todo lo que está mal en la educación Michoacán: la indefinición en el actuar de nuestras autoridades, peor aún, de no saber con precisión para quién trabajan realmente.

 

En diversas ocasiones la secretaria ha sido abucheada por los maestros, son pocos los que le creen en ella y ha perdido interlocución con diversos actores para encabezar la transformación del sistema educativo. Incluso es ampliamente cuestionada por sus propios correligionarios de la Universidad Michoacana que la acusan de causar uno de los más grandes déficits de la institución ¿hasta cuándo el gobernador Silvano Aureoles Conejo seguirá sosteniéndola al frente de una de las dependencias más importantes para el desarrollo de Michoacán? ¿Hasta cuándo se tolerará la ineficacia y la falta de resultados educativos?

 

Por lo pronto, me temo que el escándalo que involucra a su hijo Rodrigo Ochoa Figueroa y el exitoso boicot del magisterio a las evaluaciones, no serán suficientes para que el gobernador realice cambios en su gabinete, y será así porque al reconocer los errores de Silvia Figueroa, sería también una aceptación de mea culpa de todas las pifias en las que el mandatario se ha visto envuelto.

 

Como postre… dos cerezas

 

Parece que a nuestras autoridades no les importa los problemas que genera el magisterio. Mientras que los maestros toman calles, bloquean carreteras y hacen turismo de manifestación en  la Ciudad de México, la mayoría de nuestros representantes no  dice nada. La Presidenta de la Comisión de Educación, Xóchitl Ruíz González, no ha llamado a comparecer a las autoridades por el fracaso de la evaluación docente y los pobres resultados en la instrumentación de la reforma educativa ¿Acaso estaremos en la antesala de un pacto político para hacernos creer que en Michoacán no pasa nada?

 

Hace apenas unos cuantos días el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, anunció que su dependencia trabaja en un proyecto para la reestructuración de la Secretaria de Educación del Estado de Michoacán, algo así como lo que se hizo en Oaxaca con la IEEPO ¿Será que desde el centro le enmendarán la plana a Silvano Aureoles en el tema educativo y los días de Silvia Figueroa Zamudio están contados?