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La felicidad y el orgullo les afloraba, evidenciaban que estaban dispuestos a gastar lo necesario para hacer de los XV años de su hija una gran fiesta, seguramente nunca esperaban que el video de la invitación llegara a las redes sociales y se propagara o se hiciera  “viral” como se dice en el lenguaje de los internautas. Se presentaba como una invitación normal a una fiesta de las que se celebran por miles en estas fechas, pero se ha convertido en todo un acontecimiento, no solo nacional sino internacional. De la milpa, de la comunidad rural a las revistas del corazón y de espectáculos; medios masivos de comunicación, redes sociales,  todo es hablar de los XV años de Rubí.

Ya no hay mucha necesidad de presentar el evento, porque ya ha permeado a la mayoría de los ciudadanos, más de un millón de personas han manifestado su intención de asistir al festejo y las autoridades civiles y de seguridad pública se preparan para recibir a miles de curiosos en la comunidad de la Joya, San Luis Potosí.

Es la muestra más contundente del poder de las redes sociales. Los “memes” no se han hecho esperar, hay de todas las formas, ya sea cómicos, en video, como slogan o campaña publicitaria. Aerolíneas y otros negocios han aprovechado para comercializar aprovechando la gran popularidad del onomástico.

Todo lo que sucede en las redes sociales con la fiesta de los XV años de Rubí, tiene relación con la libertad de expresión que consagran nuestras leyes, se enmarca dentro de este derecho humano tan importante para toda democracia. Por eso las redes sociales han cobrado mucha importancia dada la facilidad para difundir temas, acontecimientos o críticas de la más diversa naturaleza, porque hasta ahora en México no hay limitación al uso de las redes y el uso de internet.

Al respecto nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala en su artículo 6 que la manifestación de las ideas no será motivo de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público.

Sin mayor limitación, esa es la premisa de nuestra carta magna. Por eso, reitero, encontramos de todo en las redes sociales.

Aquí el tema de la privacidad sale sobrando, de todo se vale. Por eso algunos intentos por regular la materia se han visto frenados por la misma oleada de cibernautas que han encontrado un enorme paraíso de libertad en los medios cibernéticos.

Y es que en efecto, la red permite el intercambio de información, aporta herramientas para la educación y la acerca a lugares donde nunca se hubiera pensado que llegarían estudios universitarios, eso es lo valioso de estos recursos tecnológicos. Pero no todo es así en las redes, también tiene su parte negativa.

Por ejemplo, la reciente muerte de un torero en Europa, motivó una serie de mensajes negativos, soeces, nauseabundos –calificados así por un medio de comunicación- de odio e intimidatorios, lo que en efecto obliga a la pregunta si eso también debe estar permitido.

¿Debe ser la red algo ilimitado a la expresión de las ideas, sea cual fuere su naturaleza, o debe admitir ciertas limitaciones? Ese es el tema que debe analizarse y debatirse.

Debemos entender que el derecho es una herramienta para regular la conducta de los hombres en la sociedad y como tal, debe estar para atender las necesidades que va generando el uso de los medios cibernéticos. No creo que deba ser ilimitada en todos los sentidos la libertad de expresión en las redes, cuando menos ahora debe generarse el debate sobre la pertinencia de que sea sin restricciones

No creo que podamos decir cada quien lo que quiera y como quiera. No podemos fomentar cuestiones de discriminación, de odio, vejaciones. Y cuestiones similares que atenten contra la dignidad de las personas o de determinados grupos vulnerables o étnicos de países o estados determinados.

Es algo relativamente nuevo, no creo que debamos cerrarnos a que se trata de libertad de expresión, debemos tolerar la posibilidad de limitaciones.

Debemos analizar cómo se están dando las cosas en la red, no podemos permitir por ejemplo que los dueños de los servidores se adueñen de nuestra información. Hoy Facebook lanza recuerdos de cada persona con motivo del fin de año, de pronto es sorprendente las fotos que sacan del pasado ¿esto debe ser así? Personalmente creo que si debe haber límites.

Para lo anterior basta entrar al buscador para encontrar mensajes que no deben permanecer en la red porque atentan contra la propia dignidad humana y eso, no debe permitirse en ningún sistema jurídico, cuando menos no en México.

Hoy los XV de Rubí son un grato acontecimiento, no podemos esperar que suceda algo a la inversa y que nos afecte a todos.

Algo debemos de hacer y en principio entender el fenómeno como parte de la realidad, donde el derecho debe participar para proteger a la colectividad.

 

emartineziv@hotmail.com